El turismo en Cataluña acusa el proceso soberanista y no remonta ni en verano

  • Lo atribuyen también a que la imagen de Barcelona ha empeorado por huelgas en el aeropuerto,  vendedores ambulantes o el conflicto de los taxistas. 
Los turistas que viajen a Cataluña pagarán una nueva tasa de entre 1 a 3 euros según la categoría del hotel
Los turistas que viajen a Cataluña pagarán una nueva tasa de entre 1 a 3 euros según la categoría del hotel

Cataluña cerrará la campaña turística de este verano con un descenso de la ocupación por encima del 5% con respecto a 2017, año en que se alcanzaron cifras récord con más de 24 millones de pernoctaciones, una caída de la que sólo se libra el turismo rural, según las primeras previsiones del sector.

La ciudad de Barcelona, el principal reclamo turístico de Cataluña, ejemplifica este cambio de tendencia al registrar un descenso de la ocupación hotelera de cinco puntos, ya que se espera un lleno de aproximadamente el 80% frente al 85% del año pasado.

El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, ha explicado que en julio se registró ya esta caída y que la tendencia de agosto es la misma, descenso que ha relativizado, ya que "cuando una ciudad como Barcelona ha alcanzado cifras récord es difícil mantenerlas o superarlas". Pese al descenso de ocupación, Barcelona fue la ciudad de España con más pernoctaciones en julio, con 1,8 millones de noches por parte de turistas extranjeros y 233.749 de viajeros residentes en el país, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Casals cree que "la ciudad no está funcionando como debería" y ha atribuido el descenso a que la imagen de la capital ha empeorado por factores como "las huelgas y retrasos en el aeropuerto, el aumento de vendedores ambulantes, el incremento de robos o el conflicto protagonizado por los taxistas en julio". Aun así, el director general de este gremio no cree que la imagen de Barcelona se haya visto afectada por el conflicto político.

El daño causado a la imagen de Barcelona ha provocado también una caída de la facturación de las viviendas de uso turístico de entre un 5% y un 10% al final de verano, según el presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos (Apartur), Enrique Alcántara, quien ha explicado que al principio el sector esperaba la recuperación de la demanda, pero a la vista de las previsiones, "Barcelona no ha recuperado la imagen de ciudad fantástica como destino que tenía".

En la provincia de Girona, la Federación de Hostelería de la demarcación calcula un descenso medio de entre un 5% y un 10% en la ocupación al cierre del verano. Por su parte, la Costa Brava registró una ocupación durante julio del 75%, mientras que los hoteles de la ciudad de Girona y alrededores alcanzaron un 74% y los de los Pirineos, un 60%. En agosto, la ocupación ha aumentado ligeramente en las tres zonas hasta el 80% en la Costa Brava, el 75% en la ciudad de Girona y alrededores, y el 70% en el Pirineo.

Respecto a los pisos turísticos en la demarcación de Girona, la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Brava y el Pirineo (ATA) también ha registrado hasta ahora un descenso en las ocupaciones y reservas respecto al verano del año pasado. La gerente de la ATA, Àngela Galceran, ha achacado este descenso al "turismo prestado", es decir, a las personas que cambiaron sus destinos habituales por Cataluña, pero que ahora se han vuelto a desplazar hacia otros países, como son Turquía, Túnez o Egipto.

En la provincia de Tarragona, los únicos datos existentes a estas alturas del verano son los que corresponden a julio, cuando las pernoctaciones de turistas extranjeros y de viajeros españoles ascendieron a 1,7 millones, frente a los dos millones de hace un año. De este escenario general de descenso de la ocupación sólo se libra el turismo rural, que espera cerrar el verano con números similares a los del año pasado.

La Confederación de Turismo Rural y Agroturismo de Cataluña (Turalcat), formada por 16 entidades, prevé para julio y agosto una ocupación del 90% en los Pirineos y las comarcas del Ripollès, Berguedà, Osona, Bages e incluso Penedès. En zonas como el Pla de Lleida, Turalcat sitúa las reservas en torno al 70% y en algunos territorios al 80%, similar a 2017. El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Josep Castellarnau, ha calificado de "buena" esta temporada de verano y espera mantener los niveles del año pasado.

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