DESCUBREN UN CRÁNEO HUMANO EN PORTUGAL DE 400.000 AÑOS DE ANTIGÜEDAD

- Indicaría que hace 500.000 años había ya una única especie humana . Un equipo internacional de investigadores en el que participa el Centro Mixto de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Salud Carlos III (UCM-ISCIII) ha descubierto un cráneo humano de 400.000 años de antigüedad en la cueva de Aroeira (Portugal),que arrojará mucha luz sobre la evolución de los Neanderthales. Podría indicar que hace 500.000 años existía ya una única especie humana.
Publicados en la revista ‘NAS’, los resultados de este trabajo indican que el cráneo de la gruta de Aroeira es el resto humano más occidental del Pleistoceno Medio de Europa, y también uno de los fósiles humanos más antiguos del continente.
A diferencia de otros hallazgos de su mismo periodo, que tienen problemas de datación o carecen de un contexto arqueológico, este cráneo está bien fechado en 400.000 años y apareció asociado a abundantes restos de animales y herramientas líticas del tipo llamado achelense, entre las que se encontraban numerosos bifaces (hachas de mano).
Según los investigadores, este resto supone una contribución muy importante al conocimiento de la evolución humana en el Pleistoceno Medio de Europa y ayudará a entender mejor el origen de los neandertales, ya que aumenta de forma significativa la diversidad conocida en esta etapa de la evolución.
El líder del proyecto, João Zilhão, destaca que "el fósil Aroeira 3 es un descubrimiento de gran importancia, con una combinación de rasgos única que aumenta de forma significativa la diversidad conocida.
Sugiere que esta etapa de la evolución humana ha sido “un proceso mucho más complejo de lo que hasta ahora se pensaba”, por lo que “cada vez resulta más evidente que, en base a los rasgos diagnósticos, no es posible discriminar tipos o especies en esta fase”, señala. A su juicio, “todo apunta a que hace 500.000 años, la humanidad constituía ya una sola especie, aunque mucho más diversa que en la actualidad".
UNA SORPRESA
La arqueóloga Montserrat Sanz, que dirigió los trabajos de excavación junto al arqueólogo Joan Daura (Universidad de Lisboa), describe el hallazgo como “un regalo inesperado”.
“Quedaba un rincón muy pequeño para terminar de excavar”, detalla, y “de hecho era el último día y estábamos preparando la excavación para hacer la documentación y las fotografías correspondientes al fin de campaña del 2014 cuando apareció el cráneo al lado de una gran columna estalagmítica".
Como el sedimento de la cueva estaba fuertemente cementado, el cráneo tuvo que ser transportado en un bloque al laboratorio del Centro Mixto UCM-ISCIII, donde fue pacientemente extraído a lo largo de dos años de trabajo.
La restauradora María Cruz Ortega fue la autora de la liberación del fósil del bloque de sedimento endurecido. “Nunca en mi carrera me había enfrentado a un reto de estas características, por la importancia del fósil y la dificultad de la extracción, pues solo se veía el perímetro del cráneo", precisó. Hubo que “trabajar muy fino, con un torno de dentista, prestando mucha atención a la anatomía para separar el hueso de la roca sin tocarlo”.
“Una vez limpiado en el laboratorio, el fósil fue explorado con escáner”, explica la paleontóloga Elena Santos, responsable de la reconstrucción virtual del fósil a partir de imágenes de TAC. Del cráneo solo quedaba una mitad, pero mediante programas informáticos se pudo obtener una imagen más completa duplicando las partes conservadas.
El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, coordinador del estos trabajos en la investigación, relató que "fue emocionante ir viendo cómo el fósil emergía de la brecha poco a poco y nos iba mostrando los rasgos importantes para situar el fósil en el árbol de la evolución humana”. “Siendo contemporáneo de la Sima de los Huesos en Atapuerca y de Tautavel en Francia, Aroeira presenta características propias que habrá que interpretar en futuros estudios”, concluyó.

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