El proyecto 'Caracterización de muestras de L'Alcúdia mediante técnicas no destructivas' se centra en el análisis y caracterización química de los fragmentos de cerámica de la localidad mediante técnicas no destructivas o microdestrutivas, como fluorescencia de rayos X o infrarrojo, detalla la institución universitaria en un comunicado.
Los expertos han comprobado cómo todas las piezas procedentes de Elche poseen características comunes, como la habitual mezcla de arcillas blancas con rojas para la elaboración de cerámicas y las temperaturas de cocción entre 600 y 700 grados. "La arcilla va cambiando y transformándose en función de la temperatura a la que se cuece", ha señalado la investigadora Juana Jordá.
Las gráficas con los resultados de fragmentos de cerámica de La Alcudia y de ladrillo de Agost arrojan las mismas medidas, por lo que los investigadores han concluido que las arcillas utilizadas se sitúan en la zona de Aspe y el pantano de Elche. "Esa exactitud la hemos encontrado en una muestra, en otras tenemos grandes similitudes", destacan.
También han confirmado que tienen localizada la cantera de donde se extrajeron las arcillas para el ladrillo, que procede de la cerámica Virgen de las Nieves de Agost. Establecer la "huella dactilar o el ADN" de estas producciones cerámicas permitirá distinguir "si algunos fragmentos encontrados en otras excavaciones arqueológicas del área mediterránea proceden de la antigua Ilici", explica la UA.
ARCILLA BLANCA Y ROJA
Los investigadores han observado que tomaban la arcilla roja de uso para elaborar la pieza, la cocían y, a continuación, le imprimían una capa de arcilla blanca, cociéndola por segunda vez. "Esto le da porosidad", ha explicado Jordá.
Una vez obtenida esta cerámica la pintaban con óxido de hierro "y, por eso, se ve el color verde en el análisis por fluorescencia de RX, que es el pigmento de óxido de hierro".
La investigadora ha calificado esta mezcla de arcilla roja con arcilla blanca de "tecnología pura", dado que "algunas de estas pastas son muy similares a las que se producen en la actualidad, lo que pone de manifiesto el alto desarrollo tecnológico que poseían estos alfareros ilicitanos de hace más de 2.000 años".
MÁS DE 300 COMBINACIONES
Para el estudio, los investigadores buscaron canteras de arcilla en la provincia que, además, fueran zonas de influencia de L'Alcúdia. A continuación, realizaron el muestreo; elaboraron pastas y las compararon con las piezas de cerámica que las arqueólogas del yacimiento les habían facilitado, que han sido más de 50 muestras.
De este modo, observaron que las mezclas "no eran puras", de forma que fueron haciendo mezclas hasta encontrar la similitud. En total, combinaron arcillas, mezclando cinco blancas y tres rojas en distintas proporciones y temperaturas de cocción diferentes, hasta obtener entre 300 y 400 combinaciones.
El análisis lo ha elaborado un equipo formado por la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia y de los departamentos de Agroquímica y Bioquímica, Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente y Química Orgánica, y con el apoyo de los Servicios Técnicos de Investigación de la UA.
El geólogo José Enrique Tent ha sido quien ha indicado las zonas de donde sacar los estratos en La Alcudia, pero también ha participado Ana María Ronda Femenia y Mercedes Tendero Porras, las dos arqueólogas de La Alcudia.
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