Ceremonia Inca en Machu Picchu para celebrar el siglo de su encuentro

  • Representantes de los cuatro suyos (territorios) del Imperio Inca y el presidente del Perú, Alan García, rindieron hoy homenaje a Machu Picchu con un colorido ritual andino, en la ceremonia central por el centenario de su localización por el explorador Hiran Bingham.

Paco de Campos

Machu Picchu (Perú), 7 jul.- Representantes de los cuatro suyos (territorios) del Imperio Inca y el presidente del Perú, Alan García, rindieron hoy homenaje a Machu Picchu con un colorido ritual andino, en la ceremonia central por el centenario de su localización por el explorador Hiran Bingham.

Alcaldes de la zona, ministros del Gobierno y el propio Alan García tuvieron que esforzarse para subir a pie hasta la zona alta de la ciudadela inca, donde, con la imagen tradicional de Machu Picchu de fondo, se realizó la ceremonia.

Aunque el tiempo acompañó con un soleado día -el miércoles se realizó una ofrenda en la propias ruinas pidiendo buen tiempo -, algunos errores en la organización estuvieron a punto de empañar la fiesta.

La ceremonia arrancó con la escenificación del tradicional Tinkay (rito inca), en el que participaron cerca de un centenar de actores, representando, entre otros, al Emperador Inca, que llegó en su trono a hombros de sus súbditos mientras los danzantes se arrodillaban a su paso.

El Inca fue, junto a sus sacerdotes, el encargado de dirigir la ceremonia, en la que realizó ofrendas, entre ellas una vicuña, a los diferentes Apus de la zona, las montañas que en la cultura andina tienen carácter de divinidad y entre los que se incluye la montaña que da nombre a las ruinas.

En la ceremonia estuvieron representando al Gobierno central varios ministros, entre ellos el de Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaúnde, y de Cultura, Juan Ossio.

El presidente García llegó varios minutos después de haberse iniciado la ceremonia y mostrando en la cara el esfuerzo que le supuso subir hasta la zona del acto.

En declaraciones a los periodistas, el mandatario peruano definió Machu Picchu como la "síntesis de la peruanidad" y recordó cómo a los 20 años vivió aquí durante 40 días.

Además, García, que dejará el poder el próximo 28 de julio, señaló que siempre que se tiene que despedir de algo acude a la ciudadela inca. "Siempre le da suerte al que llega hasta aquí", afirmó.

También estuvo presente el ministro chileno de Cultura, Luciano Cruz-Coke, en un gesto que, según sus propias palabras, muestra que Machu Picchu no solo es importante para Perú sino para toda Latinoamérica y el resto del mundo.

"Estamos en presencia de una obra magnífica, un centro patrimonial e histórico importante para el mundo", señaló a Efe.

La mayor aportación chilena en la ceremonia estuvo, sin embargo, a manos del famoso grupo Los Jaivas, quienes hace 30 años grabaron un corto para el disco "Alturas de Machu Picchu", inspirado en un poema de Pablo Neruda y que hoy interpretaron en su totalidad.

El público incluía turistas, pobladores de localidades cercanas y un buen número de periodistas, aunque estos últimos inicialmente no estaban en los planes de la comisión encargada de la celebración del centenario.

Precisamente, la entrada a la ciudadela presentó problemas cuando las municipalidades de Cuzco y de Machu Picchu sí decidieron acreditar a invitados y periodistas.

La descoordinación llegó al punto de que algunos alcaldes de localidades cercanas llegaron hoy a Machu Picchu con ánimo de ingresar a la ceremonia pero sin el pase, lo que provocó momentos de tensión.

"Nosotros, que somos casi propietarios de la zona, somos maltratados. Machu Picchu significa mucho para nosotros, es un importante centro religioso de acuerdo a nuestras costumbres ancestrales", señaló el alcalde de Chincheros, Juan Carlos Gómez, a Efe mientras esperaba su credencial, ataviado con un traje tradicional

Finalmente, todas las autoridades pudieron ingresar y la ceremonia pudo convertirse en lo que buscaba, una importante ocasión para rendir homenaje al punto turístico más importante de Perú, por un lado, y por el otro la encarnación de la cultura andina peruana.

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