Recuperan en Colera (Girona) un cepo romano y una bala de cañón del s. XVII

  • Una parte de un ancla de época romana que recibe el nombre de cepo, cuya datación se sitúa entre los siglos II a.C. y III d.C., se ha hallado de forma casual durante una inmersión en aguas del municipio gerundense de Colera junto a una bala de cañón del siglo XVII, según informa la Guardia Civil.

Colera (Girona), 7 ago.- Una parte de un ancla de época romana que recibe el nombre de cepo, cuya datación se sitúa entre los siglos II a.C. y III d.C., se ha hallado de forma casual durante una inmersión en aguas del municipio gerundense de Colera junto a una bala de cañón del siglo XVII, según informa la Guardia Civil.

Las piezas fueron encontradas el pasado 4 de agosto por un buceador particular y recuperadas ayer por efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, conjuntamente con técnicos del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), en aplicación de los protocolos establecidos por la Unesco.

El hallazgo se llevó a cabo de forma casual durante una inmersión del centro habilitado en Colera para este tipo de actividades de recreo.

El cepo romano y la bala de cañón se encontraban en la zona próxima a la Punta de la Marce, en un fondo de arena a unos veinte metros de profundidad.

Los especialistas de la Guardia Civil y los técnicos del CASC realizaron además una prospección del entorno del hallazgo y constataron la ausencia de otros restos asociados.

El cepo de ancla de plomo con alma de madera carece de inscripciones, aunque se comprobará si cuenta con alguna marca en relieve de tipo ornamental o epigráfica, cuando finalice el proceso de desalinización y limpieza.

Las dimensiones de este objeto son de 95 centímetros de largo por 20 de ancho, y su peso es de unos 40 kilos, con un estado de conservación buena, ya que apenas presenta concreciones marinas, lo que confirma que ha permanecido cubierto durante largos periodos en función de las corrientes por el fondo arenoso.

Los dos restos arqueológicos han quedado a disposición del CASC, organismo que procederá a su tratamiento y conservación de acuerdo con los protocolos de la Unesco.

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