En Casablanca, las viviendas clandestinas se multiplican en las azoteas

  • Aquí no hay áticos ni dúplex de lujo llenos de luz, solo sencillas viviendas ilegales que proliferan en las azoteas

    Es un símbolo de la crisis inmobiliaria que golpea la mayor ciudad de Marruecos

En Casablanca, las viviendas clandestinas se multiplican en las azoteas
En Casablanca, las viviendas clandestinas se multiplican en las azoteas

Aquí no hay áticos ni dúplex de lujo llenos de luz, solo sencillas viviendas ilegales que proliferan en las azoteas de los vetustos edificios del centro de Casablanca.

Como un símbolo de la crisis inmobiliaria que golpea la mayor ciudad de Marruecos, estas casas clandestinas en los tejados del centro histórico de Casablanca demuestran la indiferencia por un patrimonio arquitectónico único.

Invisibles para la mayoría de personas en el bullicio diario de la ciudad, estas instalaciones ilegales se pueden percibir desde lo alto de los inmuebles del centro: hechas de chapas, planchas de madera y bolsas de plástico, estas casas coronan edificios de principios del siglo XX.

"Estas viviendas ilegales son las metástasis o las excrecencias del centro de la ciudad", lamenta Rachid Andaloussi, arquitecto y presidente de Casamémoire, una asociación de protección del patrimonio arquitectónico del siglo XX en Marruecos.

"En ausencia de un marco jurídico restrictivo, lo informal se acaba introduciendo y expandiéndose. En el centro de Casablanca, esto se materializa por la ocupación de espacios, a menudo emblemáticos y prestigiosos de la ciudad, pero abandonados", afirma a la AFP.

A los pies de estas viviendas ilegales se hallan edificios que "explican la historia de una ciudad considerada como un museo al aire libre y que en una época estuvo en la vanguardia de la arquitectura", señala Andaloussi.Art déco y del Modernismo

Casablanca fue la avanzadilla del colonizador francés a principios del siglo XX.

Por pedido del residente general Hubert Lyautey, el arquitecto y urbanista Henri Prost presentó su primera propuesta de planificación urbanística en 1915. Trabajando con arquitectos y urbanistas internacionales, sobre todo franceses, construyó en los años 1920 y 30 lo que se convertiría en el "pulmón económico" del país.

Se inspiraron de las corrientes de Art déco y del Modernismo, tan de moda en Europa, pero añadieron ornamentos marroquíes tradicionales, mosaicos, estucos o esculturas en madera de cedro, para crear un estilo original que acabó convirtiéndose en la principal marca de esta ciudad, famosa por la película homónima (1942).

"El centro de Casa(blanca) es un lugar destacado de arquitectura y urbanismo, donde abundan los estilos neomorisco, art déco y modernista", resume el arquitecto Driss Kettani.

Pero el centro de la ciudad ya no es lo que era y la negligencia y la especulación inmobiliaria amenazan su patrimonio arquitectónico.

"Lo que era el centro incontestable de la ciudad hace unas décadas ha sufrido una falta de mantenimiento y de desinterés progresivo de comercios y profesiones liberales", explica Kettani.

Los apartamentos suelen estar ocupados por inquilinos que pagan "alquileres irrisorios". Nadie se ocupa de los edificios.

Rachid Andaloussi, el presidente de Casamémoire, lamenta "la ausencia de organización en estos edificios". "Por eso surgen las instalaciones ilegales, la ropa tendida, las parabólicas en las fachadas, los cables enredados. Estos edificios expresan su desgracia", dice.La crisis inmobiliaria

Estas viviendas clandestinas en la capital económica de Marruecos son el reflejo de una crisis inmobiliaria.

"Destino por excelencia de los grandes flujos migratorios internos de los años 1960, 70 y 80, la ciudad ha sufrido a lo largo de los años una presión urbanística sin precedentes" en la historia marroquí, analiza para la AFP Mostafa Kheireddine, urbanista e investigador.

"El espacio metropolitano de Casablanca ha cristalizado todas las tensiones sociales en los años 1980. Y la calidad urbana no ha sido una prioridad", añade.

Los tiempos sin embargo cambian y hace unos años se lanzó una estrategia de renovación, tras "la toma de consciencia del extraordinario potencial de esta parte de la ciudad", comenta Kettani.

La llegada del tranvía ha devuelto el valor a la ciudad vieja, donde los precios han empezado a subir. Cada vez más propietarios acomodados invierten en el sector y se apropian del centro histórico de Casablanca.

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