El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado este viernes la figura del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, creador de la Casa de les Punxes, cuya rehabilitación y apertura al público ha inaugurado la tarde de este viernes: "Dejó una huella y es de justicia que lo reivindiquemos", ha dicho, y ha recordado que en 2017 se conmemorarán los 150 años de su nacimiento.
"Sin Enric Prat de la Riba y sin él no estaríamos aquí", ha asegurado Puigdemont para el que este proyecto ha sido un acto de generosidad heredero de otro acto de generosidad: el que en su momento llevó a cabo Puig i Cadafalch con la proyección del edificio, y el que ha hecho la propiedad actual para abrirlo a todos los ciudadanos.
Sobre el político catalán, ha dicho que fue "el gran intelectual y el gran hombre de Estado que tuvo Catalunya, e hizo crecer una visión de país del que somos deudores", ha dicho antes de añadir que a Puig i Cadafalch le tocó desplegar después esta visión.
"Este acto de generosidad es para una persona generosa que nos ha hecho como somos", ha agregado Puigdemont, que ha reivindicado además que este proyecto no sólo satisface el goce de las generaciones actuales, sino que las futuras serán las que se quedarán maravilladas.
Asimismo, ha dicho sobre el nuevo proyecto museográfico: "Dice alguna cosa de este país en un momento en el que el mundo se interroga sobre qué tipo de gente somos y qué cosas hacemos".
PALACETE URBANO
La Casa de les Punxes es un palacete urbano modernista de inspiración medieval y es una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad de Barcelona y el único edificio modernista en un solar independiente.
La apertura al público es el resultado de un proyecto de rehabilitación por parte de los propietarios actuales con el objetivo de poder mostrar el interior del edificio por primera vez desde su creación en 1905, así como divulgar su historia y el patrimonio inmaterial catalán.
El concepto museográfico se articula sobre tres ejes vertebradores: la Casa, Josep Puig i Cadafalch y la leyenda de Sant Jordi, trazando una línea temática entre el arquitecto y la leyenda, presente en la iconografía de la casa, con un plafón que reza 'San Patrón de Catalunya, devolvednos la libertad'.
Los propietarios han querido preservar todos los elementos originales que aún se conservan en el edificio y reproducirlo de la forma más respetuosa posible con la concepción inicial, un proyecto que ha liderado el arquitecto Jaume Falguera, quien ha empleado la tecnología 3D para su restauración.
La directora comercial de la Casa de les Punxes, Montse Jiménez, ha ensalzado que el proyecto es "innovador y vanguardista", mientras que Falguera ha aplaudido la proyección arquitectónica de la casa y ha recordado que su concepción fue la primera crítica al Pla Cerdà --de concepción ortogonal-- por parte de un movimiento modernista que anhelaba la libertad y la ausencia de normas: "El modernismo no quería reglas, quería liberarse y fue la oportunidad para criticar la trama Cerdà".
El responsable del proyecto museogáfico, Eudald Tomasa, ha considerado un reto la musealización de este edificio que inspira valores del romanticismo similares a los de los castillos alemanes, como el de Neuschwanstein, a la vez que "es en realidad un homenaje a la tradición de Catalunya".
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