El MNAC confía en cerrar a final de año un plan estratégico y un pacto de ampliación hasta 2029

El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) se ha dado de margen hasta final de año para aprobar un Plan estratégico 2018-2022 del museo y lograr cerrar un pacto de "ampliación tranquila" y sin grandes fastos de la pinacoteca hasta 2029, coincidiendo con el centenario de la Exposición Universal.

Lo ha explicado el director del Museu Nacional, Pepe Serra, en una entrevista de Europa Press, en que ha desvelado que las tres administraciones que integran el Patronato --Estado, Generalitat y Ayuntamiento-- han recibido con buenos ojos ambos proyectos, que el director insiste en que sean paralelos para que uno no hipoteque al otro.

Ambas propuestas fueron presentadas en una reunión del Patronato el 5 de julio, y se acordó no abordarlas en los órganos de gobierno, sino en unas comisiones entre las administraciones y equipos del museo para conseguir "acuerdos concretos".

Después de que el proyecto de la Explanada de los Museos impulsado por un equipo de gobierno municipal anterior quedara aparcado, Serra se afana en señalar que la idea de poner encima de la mesa un plan de ampliación responde a una "propuesta sencilla", que no tiene nada que ver con excavar túneles ni levantar pirámides.

"Todas las administraciones están abiertas a hablarlo y a que se haga la ampliación: tenemos que ver cómo lo hacemos, con qué socios, de dónde sacamos el dinero, cuál es la dimensión exacta de esto. No se trata de convertirlo en la Explanada de Museos, que se hizo tan grande que no fue viable", ilustra Serra.

De todas formas, Serra se ha mostrado muy contundente a la hora de pedir compromiso a las administraciones firmantes: "Si suscriben un acuerdo lo tienen que cumplir".

"Y, ahora bien, si en 2029 esto no está ampliado, no sé cómo lo harán", ha advertido Serra, que ha abundado en la necesidad de hacer un plan gradual que podría sumar una primera sala a los pies de Montjuïc a tres años vista, por ejemplo.

EXIGENCIA AL ESTADO

En este sentido, ha hablado de una relación cordial con el Ejecutivo central, si bien ha afirmado: "El Estado no solo no aporta lo que el museo merecería, sino que no aporta lo que le toca administrativamente. No está cumpliendo con los estatutos del museo".

De hecho, se da la circunstancia de que el Ayuntamiento de Barcelona, que aporta el 20% del presupuesto público, presta más financiación que el Ministerio de Cultura, que debería aportar el 30%, frente al 50% de la Generalitat.

Superados los años de crisis, en que el museo ha conseguido doblar número de visitantes --espera cerrar 2017 con 900.000--, ha abierto las puertas de la nueva colección de arte Moderno y, sobre todo, ha conseguido "activarse", el director ha pedido levantar la cabeza para mirar a cinco años vista, e incluso más allá de una forma sosegada y dirigida.

PINTURA CATALANA DE LOS AÑOS 40, 50 Y 60

La falta de espacio para exposiciones temporales, también para desplegar el relato de la pintura catalana de los años 40, 50 y 60 --fruto de un acuerdo con el Macba--, mostrar la colección de fotografía y de arquitectura, así como para mejorar la muestra de colección de Románico y de Gótico --condensada y sin opción de mostrar audiovisuales y textos de mediación-- abocan al museo a crecer, ha razonado Serra.

Tras hacerse público el plan del consistorio barcelonés de sumar el Pabellón Victòria Eugènia para grandes exposiciones temporales internacionales y de museos de la ciudad con prioridad del MNAC, ha reafirmado su apuesta de ampliación serena y tranquila hasta 2029 con un debate sobre Montjuïc, si bien sus explicaciones iniciales son anteriores.

Por ello, el museo quiere tener la vista puesta en un plan estratégico con objetivos concretos a partir de 2018, que podría caminar paralelamente a un proyecto consensuado de crecimiento que permita conseguir, precisamente, las metas planteadas hasta 2022.

"Si en esto estamos de acuerdo, podemos trazar un plan más tranquilo, más por periodos: a mi, me interesa mucho el dibujo global porque, si no siempre iremos dando bandazos", ha alegado el director, que para los próximos cinco años ha reivindicado el concepto de 'museo conector'.

ESPACIO PARA GRANDES DEBATES MUNDIALES

Para Serra, un museo es un "espacio de conexión, discusión, participación" que --ha celebrado-- no tiene la verdad absoluta, sino que es un lugar vivo donde acoger grandes debates mundiales y de proximidad como el de la inmigración y las sublevaciones, así como un espacio donde dar voz y representar a las minorías.

En opinión del director, "el museo debe ser contemporáneo, y no importa de cuando fechan las colecciones, porque la gente cuando pisa el museo lo hace desde el presente, por lo que su punto de vista debe ser el presente".

ROMPER BARRERAS Y HOMOLOGAR EL MUSEO

"Homologar el museo" será el principal caballo de batalla de Serra para los próximos años de su mandato renovado por el patronato, y ello se materializa en romper barreras, en llenar el museo de actividades para que siempre sea nuevo, en digitalizar la colección y volcar todo el contenido generado en la web para generar deseos de visita y experiencia.

Pasar de hablar del objeto para centrar la actividad en el sujeto que visita el museo es la principal meta de la institución, que quiere poner mayores esfuerzos en el ámbito educativo mirando hacia ejemplos como el Museo de Brooklyn y el Louisiana de Art Moderno de Copenhague, por ejemplo.