Obras del Prado plantean un diálogo con los visitantes del Bellas Artes a través de 'Los objetos hablan'

Obras del Prado plantean un diálogo con los visitantes del Bellas Artes a través de 'Los objetos hablan'
Obras del Prado plantean un diálogo con los visitantes del Bellas Artes a través de 'Los objetos hablan'
EUROPA PRESS
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Una muestra compuesta por 58 pinturas y objetos de las principales escuelas representadas en el Museo del Prado entre los siglos XVI y XX de autores como Sofonisba Anguissola, Ribera, Goya, Vicente López, Raimundo de Madrazo y Sorolla, Velázquez, Murillo, Esquivel, Romero y López, y Jiménez Aranda, sin olvidar a Francisco de Zurbarán, que desarrolló la mayor parte de su carrera en la capital andaluza, plantea en el Museo de Bellas Artes de Sevilla un diálogo entre los visitantes y los objetos representados en las obras expuestas.

Además, por primera vez, en el contexto de la exposición 'Los objetos hablan. Colecciones del Museo del Prado', el público sevillano podrá disfrutar de 'Hércules y la hidra de Lerna', una obra de Juan Bautista Martínez del Mazo, que se incorpora en esta sede. Cada una de las piezas revela la importancia de un objeto para entender qué quiere transmitir el artista o bien su valor identificativo con el personaje representado, desde su estado social, la iconografía de dioses y santos hasta la transformación del objeto como pieza de coleccionismo.

La muestra, que termina su itinerancia en Sevilla, llega después su exhibición en los centros CaixaForum de Zaragoza, Lleida, Girona y Tarragona; la Casa de Iberoamérica en Cádiz; el Espacio Cultural CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife; el Palacio Municipal de Exposiciones Kiosco Alfonso en A Coruña; y el Centre del Carme en Valencia.

En la presentación de esta exposición, que se abre al público este jueves, han participado la consejera de Cultura, Rosa Aguilar; el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; la directora general adjunta de la Fundación Bancaria 'la Caixa', Elisa Durán; el director territorial de CaixaBank en Andalucía Occidental, Rafael Herrador; el director del Museo Nacional del Prado, Miguel Zugaza; la directora del Bellas Artes, Valme Muñoz, y el jefe de contenidos didácticos del Área de Educación del Prado y comisario de la exposición, Fernando Pérez Suescun.

Aguilar ha comenzado su intervención diciendo que "cuando el Prado llega al Bellas Artes llega a su casa" y ha agradecido a Zugaza "acercar el Prado al Bellas Artes", y a las fundaciones por "ese inmenso trabajo que realiza de manera permanente desde la colaboración activa por la difusión del arte y la cultura en todos los ámbitos". Asimismo, a Pérez Suescun le agradece "querer ir más allá y conocer y sentir el arte de otra forma".

Por su parte, Durán ha recordado que Fundación 'la Caixa' "llegó hace 25 años al Parque de María Luisa" y que desde entonces se han celebrado 40 exposiciones en la capital "para difundir la cultura, la ciencia y conocimiento en general", toda vez que ha destacado que es la sexta vez que están en el Bellas Artes, donde la primera exposición se celebró hace 20 años y la última ha sido 'El paisaje nórdico en el Prado".

Además, ha subrayado su relación con el museo madrileño desde hace ocho años con el programa educativo 'El arte de educar' y posteriormente con la firma de un convenio de colaboración en 2011 por el que la entidad financiera se convirtió en benefactora de la pinacoteca. "Hemos convertido el Museo de Bellas Artes en un pequeño Museo del Prado", resalta, toda vez que asegura que esta exposición "es el preámbulo a la apertura del CaixaForum la segunda quincena de febrero, y que ya está prácticamente terminado".

Antonio Pulido ha dicho que ha sido un placer colaborar con esta exposición, una muestra "muy original", porque la promoción de la cultura es "una seña de identidad" de Fundación Cajasol, que junto a 'la Caixa', ha firmado un acuerdo con la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes para organizar actividades educativas.

Igualmente, ha dicho que les interesa esta actividad porque "combina muchos de los elementos a los que otorgamos valor", como el hecho de que engloba obras del siglo XVI al XX, que "es un propuesta muy atractiva que invita a explorar el significado de los objetos de las obras" y porque permite a la entidad "a acercar lo más posible el arte y el patrimonio al mayor número de ciudadanos posible".

Miguel Zugaza recuerda que esta exposición es consecuencia del programa educativo 'El arte de educar', "a partir del cual se generan varios itinerarios y uno de estos es 'Los objetos hablan'", del que surgió el "reto" de convertir esta visita de clara orientación didáctica con una mirada transversal sobre las colecciones del Prado. Este programa educativo ha permitido, desde su puesta en marcha en 2009, que más de 278.000 niños en edad escolar se hayan beneficiado de este proyecto.

Así, 'Los objetos hablan', compuesta exclusivamente por obras del Museo del Prado y que incluye obras que van desde un San Jerónimo realizado en el taller de Jan Massys hacia 1530-40 hasta la figura de una mujer en la playa pintada por Cecilio Pla en la segunda década del siglo XX, plantean una visión sobre los objetos que acompañan a hombres y mujeres en su vida cotidiana o en momentos de especial significación, aquellos con los que quisieron o pidieron ser retratados. Desentrañar qué información dan los objetos sobre esos personajes, su época o su contexto geográfico, o qué significado oculto puede tener alguno de ellos es el principal cometido de esta muestra.

CUATRO APARTADOS

Según Pérez Suescun, se trata de una exposición accesible que "todos pueden entender y sentirse identificado con las obras" y que se divide en cuatro apartado. En el primero, 'La clave está en el objeto', "se plantea cómo tenemos que fijarnos en los cuadros y la información que transmiten los objetos", mientras que 'Los objetos nos retratan' se refiere a cómo los objetos que nos rodean definen quiénes y cómo somos.

El tercer apartado se titula 'Un mensaje escondido', sobre cómo muchos cuadros encierran un mensaje oculto o simplemente ofrecen una información que el espectador no es capaz de percibir en un primer momento, y el cuarto gira en torno a 'El coleccionismo. De objeto de uso a objeto artístico'.

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