Ésta es la VI edición de la cátedra del Prado 2016 y, por primera vez, girará en torno a un evento concreto --la exposición del Bosco que ha concluido recientemente--, tal y como ha recordado Falomir. "En torno a esta celebración han habido muchas cosas y querellas bizantinas que han acaparado muchos titulares, pero con esta cátedra queríamos abordar otros comentarios recurrentes", ha señalado.
Falomir ha hecho de esta manera alusión a la polémica surgida en los meses previos a la exposición tras la decisión del Museo Noordbrabants de cuestionar la autoría del Bosco a dos obras del museo, 'La piedra de la locura' y 'Las tentaciones de San Antonio'.
En cualquier caso, el director adjunto de conservación ha reiterado que el objetivo de la cátedra será el de responder a "dos comentarios recurrentes" del público, tanto a la hora de conocer las "claves principales" para interpretar la obra del artista flamenco, como el "descubrimiento de un gran pintor de paisajes".
Esta VI Cátedra del Prado 2016, bajo la dirección del experto Reindert Falkerburg, contará con una doble estructura de conferencias y seminarios hasta el 25 de noviembre. "Con esta propuesta queremos llegar tanto al público especializado como al público general", ha celebrado el presidente de la Fundación de Amigos del Museo del Prado, Carlos Zurita, Duque de Soria.
CIERRE TRAS RÉCORD DE VISITANTES
En la presentación el pasado mes de junio, Falkenburg, vicedirector de Difusión Cultural e Intelectual de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi, anunció su objetivo de abordar la "historia subyacente" a las obras tanto del Bosco como Bruegel, en las que se observan "mundos" que representan no solo aquello que rodea a las personas, sino que "rozan" otros mundos: el metafísico, espiritual y el interior de los hombres y las mujeres".
De esta manera, el Prado pondrá punto y final a un año en el que ha logrado su récord de visitantes para una exposición gracias a los más de 585.000 visitantes de 'El Bosco. La exposición del V centenario'. De hecho, tras el éxito de la muestra, la pinacoteca ha decidido que, a su vuelta a la colección permanente, las obras del artista holandés pasen en exclusiva la sala 56 A del museo, espacio que antes compartía con los también artistas flamencos Pieter Brueghel el Viejo y Joachim Patinir.
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