Paula Bonet dibuja su obra más "honesta, independiente y feminista" en 'La sed'

Paula Bonet dibuja su obra más "honesta, independiente y feminista" en 'La sed'
Paula Bonet dibuja su obra más "honesta, independiente y feminista" en 'La sed'
EUROPA PRESS
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La dibujante Paula Bonet ha dibujado en su libro 'La Sed' (Lunwerg) su obra más "honesta, independiente y feminista", según ha explicado la autora en una entrevista de Europa Press.

En el libro, Teresa encarna a una mujer que regresa al espacio de su propia libertad y afronta la gravedad de tiempos inadecuados, viviendo cada sacudida y superando cada nueva amenaza.

La publicación de sus libros '813' y 'The End' le hizo pasar unos años intensos que le hicieron necesitar un tiempo para su siguiente proyecto editorial: "La idea era que fuera un homenaje a escritoras que me han acompañado", ha explicado.

"Es un homenaje a esta especie de madres", ha dicho la autora, citando a Kate Bolick, Virginia Woolf, Clarice Lispector y Camille Claudel, entre muchas otras, quienes le han hecho replantearse quién quien quiere ser y cómo quiere ser, así como a no tener miedo.

Para ella, esta obra debía ser un homenaje, y ha añadido: "Debía hablar desde mi experiencia y a través de Teresa intenté contenerlas a todas ellas", de manera que estas autoras van apareciendo de manera anecdótica; no obstante, Bonet ha reivindicado que su personaje pueda leerse también como si fuera un hombre.

Ha defendido que en esta obra hay una "evolución natural, no una ruptura", y aunque no le gusta teorizar sobre sí misma, ha lamentado la necesidad de etiquetar su obra.

ENCASILLADA COMO ILUSTRADORA

"A mí se me ha encasillado como ilustradora. Me sentía incómoda por los ilustradores: yo soy dibujante o pintora o grabadora, pero estos años me ha angustiado esto", ha explicado Bonet, que se ha confesado más viva con el accidente que provocan los ácidos en sus planchas y también con las manchas del óleo.

Precisamente, sobre las etiquetas más temáticas de su obra, ha defendido: "Todos podemos ser trágicos, cómicos, ridículos o lúcidos en diferentes momentos", y si ha admitido que 'The End' es muy preciosista y con dibujos amables, también ha señalado en sus páginas historias postadolescentes.

Parafraseando al director François Truffaut --de la que es una gran fan y por ello alumbró '813'--, Bonet ha incidido más en el pensamiento que en las obras concretas, y ha reivindicado que es "a base de éxitos y fracasos" como va mutando su propia obra, en un proceso natural.

"En este caso concreto quizás parece más ruptura porque intento ser muy fiel a mi obra y tener independencia creativa. Es lo más importante para alguien que trabaja en el oficio artístico", ha asegurado, ya que a su juicio ser libre y honesto es lo que da sentido a crear.

Ha asegurado que si el éxito de 'The end' le hubiera llegado con 20 años quizás se habría dejado llevar por otro camino: el de repetir patrones que funcionan, sin ser honesta a su libertad y honestidad creativa; pero ha decidido optar por la libertad: "No he querido repetir nada que no fuera honesto. Otro 'The end' no era estimulante".

AUTOACEPTACIÓN

"He intentado en la medida de lo posible quitarme todos los prejuicios a la hora de crear y a la hora de pensar en mi exposición pública, que no hubieran filtros", ha agregado, considerando este libro más maduro porque la experiencia da madurez.

La autora lo ha considerado una "disección anatómica, como poner las tripas al sol y aceptarse a uno mismo", siendo la obra más honesta consigo misma, la que no se intenta disfrazar y a la que le da igual parecer ingenua, melodramática y lúcida y en la que se acepta.

Entre esos rostros también está su yo feminista, surgido de una "conciencia de la desigualdad de género obvia, dura y cruel", una sensación de tener que pedir siempre perdón por hacer lo que le gusta o justificarse diez veces más.

Asimismo, ha asegurado que en este libro tuvo la necesidad de "matar a la parte de uno mismo que por mucho que quieras, no puedes continuar cargando y te hace daño: un yo ha matado a otro yo".

De hecho, la muerte y la renuncia como parte de la vida están muy presentes en el libro --de 340 páginas--, tanto como la soledad y la necesidad de ésta: "Durante el proceso ha habido mucha renuncia".

"Es necesario renunciar y salir del lugar seguro que no te aporta nada", ha dicho animando a vivir las consecuencias de los actos y a reivindicar el dolor como parte de un proceso más pleno, y en el que una sociedad de frases optimistas resulta incompleto, siendo poliédricos.

Sobre el título, 'La Sed', Bonet ha reivindicado que es precisamente las ganas de la vida, de "bebérsela y aprender a continuar evolucionando", un estado de ánimo en el que sigue sintiéndose inmersa y hacia dónde van todas sus creaciones por el momento.

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