Zidroy y Man juegan con la dureza y la ternura en "El cliente"

  • Prostitución, amor y venganza. Con estas tres palabras se podría definir "El cliente", una obra del ilustrador barcelonés Manolo Carot, más conocido como Man, y el guionista francés Zidrou, uno de los nombres más importantes del cómic europeo.

Madrid, 6 jul.- Prostitución, amor y venganza. Con estas tres palabras se podría definir "El cliente", una obra del ilustrador barcelonés Manolo Carot, más conocido como Man, y el guionista francés Zidrou, uno de los nombres más importantes del cómic europeo.

Aunque nunca antes habían trabajado juntos, con un "par de charlas" consiguieron encauzar una obra llena de dureza, pero no exenta de ternura, lo que la convierte en un libro donde los malos y los buenos, gracias al guión de Zidrou, dan al lector razones de peso para entender por qué actúan así en "El cliente" (Norma Editorial).

"Es un autor inteligente, todos tienen su razón y su culpa", matiza Man (Mollet del Vallès, Barcelona, 1972) sobre el texto del cómic al que él ha dado vida con la ayuda del francés.

"Con un par de charlas telefónicas Zidrou me hizo cambiar bastantes conceptos. Lleva mucho tiempo en el mercado del cómic y ha estado con dibujantes muy buenos. Es una persona muy cercana, muy simple en el buen sentido de la palabra, de esa gente que es capaz de ver por dónde van los tiros y por dónde puede fluir la energía", destaca el ilustrador.

Y la energía, en este caso, era dar vida a unos personajes metidos en una historia que comienza en un club de alterne, donde Miralles, el protagonista, un ciudadano sin ninguna virtud en especial, desafía al cabeza de una mafia local para salvar a la prostituta de la que se ha enamorado.

Una historia ya contada, pero que, según Man, en esta ocasión se ha hecho "de una manera diferente", lo que le ha supuesto un "reto".

"Es un relato crudo, pero a la vez tiene una ternura que hace que la historia sea complicada y muy fácil. Fue un reto a nivel gráfico, porque no tenía que ser sexual. Yo he trabajado mucho en cómic porno, pero lo oculté de todas todas, porque no es una historia porno, ni siquiera algo erótica, sino más cruda, pero sin ser demasiado cruda", describe.

En los nueve meses que le ha llevado ilustrar "El cliente", Man también ha aprendido algo importante de Zidrou, algo que le "caló": "No por muchas horas dedicadas a una página va a ser mejor". Y, con este consejo, el catalán se puso manos a la obra haciendo caso a otra advertencia: "Muchas veces los arquetipos están bien".

"En la historia aparece un hombre encargado de la seguridad del club, y me encabezonaba en dibujar a alguien que no fuera muy típico. Zidrou me llamó -añade- y me dijo que los arquetipos muchas veces está bien, porque son más fáciles de entender para el lector".

Y, de cara al lector, Man "aspira" a que su cómic sea una "buena historia" que haga a la gente pasar "un buen momento". "Para mí, eso ya es un gol", concluye.

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