El festival celebra mañana el Día del Cine y el Cambio Climático con proyecciones y mesas redondas

Así, a las 17.00 horas el Salón de los Espejos del Teatro Calderón acogerá una mesa redonda que moderará la concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Valladolid, María Sánchez, y a la que asistirán el diputado de Equo y exresponsable de Greenpeace España, Juan López de Uralde; el director Jerry Rothwell; la directora Corinna Gamma; el profesor de la Universidad de Valladolid Carlos de Castro y el director de la Seminci, Javier Angulo.

Posteriormente, Jerry Rothwell presentará su película 'Cómo cambiar el mundo' ('How to change the world'), que se proyectará a las 19.30 horas en la sala 11 de los cines Broadway. La cinta, una coproducción de Canadá, Gran Bretaña, Países Bajos y Estados Unidos, narra cómo en 1971 un grupo de amigos se adentró a bordo de una embarcación en una zona en la que se realizaban pruebas nucleares.

Así nació Greenpeace y tomó cuerpo el movimiento verde moderno. Expertos en utilizar los medios de comunicación, aquellos pioneros inmortalizaron sus idiosincráticas actuaciones en películas de 16 milímetros. Cuando la energía de la juventud choca con las complejidades de una organización que se expande y el idealismo se da de bruces con la necesidad de hacer concesiones, el colectivo constata que su batalla para salvar el planeta les obliga también a enfrentarse entre sí.

Tras ello, a las 22.15 horas y en la misma sala se proyectará 'SILA, los guardianes del Ártico' ('Gatekeepers of the Arctic'), de Corinna Gamma, producida por Suiza, Estados Unidos y Groenlandia. En sus 70 minutos de metraje, el filme muestra, en medio de un paisaje congelado, a cazadores inuit de subsistencia y científicos que atestiguan los efectos del cambio climático.

En la ciudad más habitada del norte del mundo, un pequeño asentamiento inuit lucha con el cambio drástico en el patrón de tiempo, su centenaria vida está desapareciendo. Sus historias se entrelazan con las de un grupo de investigadores internacionales en Groenlandia. Lejos de los debates politizados, todos son testigos de los efectos que el mundo industrializado tiene en una pequeña comunidad del Ártico.