Miguel Ángel Jiménez se adentra en las "zonas deprimidas" de Kentucky en la cinta de terror 'The Night Watchman-La Mina'

Miguel Ángel Jiménez se adentra en las "zonas deprimidas" de Kentucky en la cinta de terror 'The Night Watchman-La Mina'
Miguel Ángel Jiménez se adentra en las "zonas deprimidas" de Kentucky en la cinta de terror 'The Night Watchman-La Mina'
EUROPA PRESS
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La película, que llega a las salas españolas el próximo 29 de julio, parte de la idea de un hombre que intenta buscar una segunda oportunidad y "rehacer su vida" que, al final, acaba enfrentándose a una serie de "monstruos reales", según ha afirmado en una entrevista a Europa Press el director.

En 'The Night Watchman-La Mina', Jack regresa a casa con su familia, dispuesto a recuperar la confianza de su mujer y su hijo, tras pasar dos años en la cárcel debido a incidentes provocados por el abuso del alcohol y las drogas. A su llegada, su hermano mayor, Mike, le propone trabajar como vigilante nocturno en la vieja mina abandonada del pueblo, pero lo que nadie sabe es que su interior oculta terribles secretos.

Tal y como comenta Jiménez, se trata de un largometraje con referencias estéticas a 'Fat City' de John Huston, 'Deliverance' de John Boorman y de 'La noche del cazador' de Charles Laughton, al ser películas "que a uno se le vienen a la cabeza cuando piensa en esas zonas deprimidas de Estados Unidos".

A pesar de tener como objetivo ser "lo más fieles posibles" a ese ambiente rural de América, la idea original de la película era acercarse a España, según comenta Jiménez, ya que sus anteriores trabajos, 'Ori' y 'Chaika', películas "muy minoritarias" y "minimalistas", fueron rodadas en exrepúblicas soviéticas y en idiomas como el ruso.

"Con esta nueva película, queríamos acercarnos a España, queríamos hacer por primera vez una película aquí, aunque finalmente, por circunstancias, ha terminado siendo una película rodada en inglés", ha explicado el director, que atribuye este cambio a una "decision comercial por parte de los productores". Aun así, la cinta está rodada en Asturias, País Vasco y parte en Estados Unidos.

IDEA ORIGINAL: EDIFICIO ESPAÑA Y LA GRAN VÍA

Precisamente, Jiménez reconoce que la idea y guión original de esta cinta iba a ser "sobre un chico en la Gran Vía, en verano, en agosto, que finalmente era vigilante en el Edificio España", donde el terror residiera en ese "ambiente sórdido, la prostitución y todas esas noches calurosas de agosto". Aunque la idea original también le parece "muy interesante", Jiménez dice sentirse "orgulloso" del resultado final.

Matt Horan, que en realidad es músico de la banda de country-rock 'Dead Bronco', es quien interpreta a Jack, el protagonista de la cinta. Este es su debut en el mundo de la interpretación, según ha indicado a Europa Press el compositor, que califica la "experiencia" como algo "increíble" que volvería a "repetir". "Estoy muy abierto a todo, me gusta el drama, pero me encantaría hacer algo tonto, tipo comedia, pasarlo bien, porque esta película fue bastante 'heavy' para mí, en mi cabeza", ha relatado.

Tal y como apunta, fue el director de la película quien acudió a él para que actuara en ella, tras ver un videoclip de su grupo. Según Horan, éste le dijo que "encajaba perfectamente" con el personaje de Jack. "Tenía mucho aplomo, es un tío muy atractivo y muy serio, creo que genera mucha empatía", reconoce Miguel Ángel, quien admite que Horan "es uno de los valores más fuertes de la película".

Por cásting fue Kimberley Tell, actriz conocida por sus papeles en las series de televisión 'Algo que celebrar' y 'Buscando el norte'. "Hizo una prueba muy buena, de repente dejó de ser la típica chica rubia que grita al final de una película de género", ha explicado el director sobre cómo escogió a Tell, de la que destaca su "valentía" y "respeto".

Según comenta la actriza Europa Press, ésta es la primera película de terror en la que trabaja, género del que confiesa no ser "nada fan" porque es "muy miedosa". Aun así, reconoce que haber rodado terror ha sido "diferente" porque el miedo desaparece con motivo de la preparación. "Todo está preparado y tienes al equipo alrededor comiéndose un bocata", bromea Tell, que también es consciente del agotamiento de trabajar escenas como las de esta película. "Al final del rodaje acabé con heridas, moratones y al día siguiente con agujetas en el pecho de tanto gritar y llorar, te cansas emocionalmente, aunque no sea realidad", explica.

Curiosamente, tampoco es "fan" del terror el propio director del filme, quien dice no gustarle "especialmente" el género. Es más, Jiménez afirma sentirse "más cómodo" con la parte que hay de drama en la película. "De algún modo ha sido un ejercicio, he intentado hacerlo lo mejor posible, pero no, nunca he sido un fan del terror", concluye.

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