El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha entregado este lunes el XXIX Premio Internacional Catalunya al cineasta griego Konstatinos Costa-Gavras en una ceremonia en el Palau de la Generalitat, donde ha afirmado que el cine del galardonado ayuda a "desenmascarar" los abusos de los Estados.
"El cine de Costa-Gavras nos es muy útil porque desde nuestro propio terreno, el de la libertad de expresión, creación, cultura y compromiso social y político, es desde el terreno propio que podemos desenmascarar las farsas que se esconden y justifican tras los abusos de los Estados y de los sistemas que los amparan", ha dicho Puigdemont, justificando la concesión del premio al griego.
Ha destacado la mirada crítica y comprometida del cineasta, y su voz sobre "totalitarismos y del abuso del Estado y de la mal invocada razón de Estado para justificar asesinatos, torturas, farsas judiciales, golpes de estado y regresiones de libertad".
"Nadie que sepa como va el mundo hoy puede decir que eso es cosa del pasado o que solo pasa en países en vías de desarrollo", ha dicho Puigdemont, que considera que el presente también tiene, más cerca de lo imaginable, conductas propias de regímenes totalitarios que han refinado su perversión para ser más eficaces.
ESTADOS QUE "SE BURLAN" DE LAS LIBERTADES
Ha señalado que populismos y totalitarismos disfrazados, manipulaciones y engaños acompañan a menudo "con demasiada indolencia la manera como muchos Estados técnicamente democráticos se burlan de las libertades".
"Solo hay que ver cómo algunos de estos Estados consiguen, sin inmutarse por ejemplo, cerrar las puertas al drama humano que vive el Mediterráneo", ha dicho, y mientras mueren miles de personas, estos estados predican en conferencias su compromiso por evitar lo que, de hecho, con su actitud no paran de permitir.
"EXPLICAR EL MUNDO"
El premiado ha recordado que Francia le dio la posibilidad de "llegar adonde parecía imposible", pero que vivió su primera experiencia como ayudante de dirección en España, descubriendo entonces una sociedad bajo un régimen dictatorial.
De España ha recordado su conocimiento de Jorge Semprún y que el primer libro sobre sus películas llegó de la mano de Esteve Riambau --actual director de la Filmoteca de Catalunya--, así como su seguimiento de la elevación de la Sagrada Família y sus constantes visitas a la Fundació Antoni Tàpies, y ha desvelado que durante la preparación de su cinta 'Missing' iba a rodar en Barcelona ante la presencia de dictaduras en América Latina, pero el estallido del 23-F desplazó el rodaje a México: "Aún me sabe mal".
Costa-Gavras ha criticado el crecimiento errático de la Unión Europea basado en el mercantilismo, y ha dicho que el poder político intentó controlar enseguida la industria del cine para imponer su ideología: "Los hombres de negocios se han convertido en productores cinematográficos", decidiendo que las películas solo podían ser un divertimento.
Ha lamentado que las grandes empresas como Netflix, Amazon y Google tienen total libertad para controlar la producción y distribución de las obras audiovisuales "para imponer sus creencias culturales", y la única salida es la revolución y un rechazo a que se trate la cultura como una mercancía.
"Las imágenes han modificado los prejuicios y son las que pueden conducir a la comprensión y a la paz", ha agregado, y ha dicho que el cine solo puede ser un disidente y una dulce subversión contra las normas establecidas y las ideas preconcebidas.
El acto ha contado con la presencia del delegado del Premio Internacional Catalunya, Xavier Rubert de Ventós, y el miembro del jurado y sociólogo norteamericano Richar Sennet, que ha glosado al galardonado destacando que se trata de un creador "que apela a la inteligencia" sin caer en la propaganda.
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