La historia del celuloide no se puede entender sin 'Metropolis'. La genial obra de ciencia ficción creada por Fritz Lang en 1927 marcó un hito, una forma de hacer cine, no sólo por sus impactantes imágenes o sus más de 37.500 extras, sino por ser el primer largometraje en ser considerado Memoria del Mundo por la Unesco por su profundo contenido humano y social.
Todo lo relacionado con la obra maestra de Lang es oscuro objeto de deseo de cualquier coleccionista cinematográfico, pero hay un fetiche que tiene un valor especial: El póster original, y en alemán, con el que la UFA promocionó la película para su estreno el 10 de enero de 1927.
Una de las únicas cuatro copias que se conservan de este gigantesco cartel de color sepia de más de dos metros de alto y casi uno de ancho será subastado en los próximos días para pagar las deudas de su propietario, Kenneth Schacter, un conocido coleccionista de Hollywood se declaró en bancarrota a finales de 2011.
Schacter pidió un préstamo de más de medio millón de dólares para comprar pósters cinematográficos antiguos y luego revenderlos pero, con la crisis, el negocio se torció y no fue capaz de devolver el préstamo. Ahora no le queda más remedio que subastar la obra más valiosa de su colección a precio de ganga.
El coleccionista compró el póster más caro de la historia del cine en 2005 por la friolera de 690.000 dólares (unos 551.000 euros) y llevaba meses intentando venderlo por 850.000 dólares (unos 680.000 euros). Ningún comprador se decidió a pagar la desorbitada cantidad, a pesar de que los expertos aseguran que el valor real de este cartel puede rondar el millón de dólares.
Ahora a su propietario no le queda más remedio que 'regalarlo' en una subasta abierta en la que se estima que será vendido por una cuarta parte de su precio. La casa que organiza la puja considera que alcanzará un precio que rondará los 250.000 dólares (200.000 euros), una cantidad que ni siquiera será suficiente para saldar las deudas de Schacter, explica 'The Hollywood Reporter'.
Un valioso archivo
Al amante de los artículos promocionales del Hollywood de la era dorada se verá obligado a deshacerse de otros de los artículos más valiosos de su colección: un poster original de la película 'King Kong' de 1933 y otro de 'El hombre invisible', de ese mismo año.
Según información judicial que consta en la declaración de bancarrota de Kenneth Schacter, posters que estaban en sus manos podrían alcanzar un valor de mercado que rondaría los 5 millones de dólares.
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