El buen momento del cine chileno se deja ver en San Sebastián

Chile desembarcó este año en San Sebastián con siete largometrajes, uno de ellos compitiendo por el máximo galardón del principal festival de cine de habla hispana, una muestra del buen momento que vive el séptimo arte en ese país.

"Veo mucha fuerza, el cine chileno está en un momento extraordinario", afirmó al comienzo del Festival Internacional de Cine de San Sebastián Pablo Larraín, uno de los realizadores chilenos más consagrados del momento.

En la ciudad española, Larraín presentó "Neruda", una ficción sobre el poeta y premio Nobel que fue su segunda colaboración con el actor mexicano Gael García Bernal, luego de "No", el filme que hizo historia al convertirse en el primero chileno en ser nominado a un premio Óscar en 2013.

Este año marca la primera vez que Chile participa en San Sebastián con tantas películas en los mejores apartados del festival donostiarra, afirmó también a la AFP Constanza Arena, directora ejecutiva de CinemaChile, a cargo de la promoción internacional de las películas del país.

Efectivamente, Fernando Guzzoni compite con "Jesús" en la sección oficial por la Concha de Oro, un galardón que no ha ganado ningún chileno desde 2001.

En el apartado Horizontes Latinos, principal vitrina del cine latinoamericano en el festival, Chile tiene tres aspirantes: "Aquí no ha pasado nada", de Alejandro Fernández Almendras; "El Cristo ciego", de Christopher Murray; y "Rara", de Pepa San Martín.

En Zabaltegi-Tabakalera, sección donde conviven las propuestas más radicales, compiten dos documentales, "El viento sabe que vuelvo a casa", de José Luis Torres Leiva, y "El extraño", de Pablo Álvarez, mientras que "Neruda" -en el apartado Perlas de películas que triunfaron en otros festivales- completa la selección chilena.

Chile "se ha convertido en un polo de cine muy interesante", que tiene "permanentemente directores en los festivales más importantes del mundo", indicó Guzzoni, ganador del premio a mejor nuevo realizador en San Sebastián con "Carne de perro" en 2012.

Jóvenes directores conviven con directores consagrados "con un volumen de producción muy importante y sorprendente para un país tan pequeño", acota Arena.

Cineastas que han triunfado en los últimos años como Larraín, Guzzoni, Alejandro Fernández Almendras o Andrés Wood, han tomado la posta de nombres que pusieron en alto al país en décadas anteriores, como Alejandro Jodorowsky, Silvio Caiozzi o el fallecido este año Ricardo Larraín.

Este año, Chile pisó fuerte en el circuito de festivales, cosechando diferentes premios.

En la Berlinale, tres largometrajes del país sudamericano ganaron trofeos: "Nunca vas a estar solo", de Alex Anwandter, "Rara", de San Martín, y "Las plantas", de Roberto Doveris.

El premio a mejor guión en la Mostra de Venecia recayó en "Jackie", primera película en inglés de Pablo Larraín sobre el mito de Jacqueline Kennedy, consiguió el premio a mejor guión.

Y en Locarno (Suiza), a sus 87 años Jodorowsky fue homenajeado con el Leopardo de Honor por su destacada trayectoria y una retrospectiva de sus mejores obras.

Pero más allá de su proyección internacional, el cine chileno está en un momento muy interesante por que ha ampliado sus temáticas, afirma Arena.

"Nuestro cine tuvo por muchos años el deber de abordar el tema de la dictadura, como toda sociedad que necesita expiar sus traumas", señala.

Ahora, la oferta de Chile muestra que "el pasado ya lo dejamos atrás", dice, al destacar que casi todas las películas en San Sebastián se inspiran en hechos reales recientes, como "Jesús", sobre el brutal asesinato de un chico gay o "Rara", sobre una juez apartada de sus hijas por ser lesbiana.

Pero el buen momento del séptimo arte chileno fronteras afuera no se ha reflejado en las salas locales, donde los títulos chilenos tienen escaso impacto.

Los 25 estrenos chilenos en 2015 congregaron tan solo el 3,8% de asistencia del público (las películas de Hollywood se llevaron el 90%), según un informe de la Cámara de Exhibidores Multisalas de Chile (CAEM).

Una situación que podría empezar a mejorar con "inyección de recursos" por parte del Estado, para mejorar una industria aún incipiente, agrega Guzzoni.

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