Los niños guardianes de caminos en Perú, una historia de documental

La carretera central, que une los Andes con la selva de Perú, atraviesa pueblos olvidados. Si un bus cae al precipicio, ¿quien salva a los heridos? A bordo de un carrito de madera, unos niños huérfanos llegan al rescate. Son 'Los Bomberos', cuyo trabajo se cuenta en un documental.

Entre Huánuco (centro) y Tingo María (centro norte), por entre la densa neblina, un traqueteo anuncia su llegada. El vehículo de rescate no es otra cosa que trozos de madera unidos con clavos, con viejos rodajes de auto como ruedas recubiertas con jebe. ¿El freno? un palo atravesado entre las piernas, para restar velocidad.

"En 2010 estuve en Lima haciendo un cortometraje. En una cena me dijeron: '¿eres un cineasta? Tengo una historia para ti'. Pensé que era una de esas típicas situaciones en que todos tienen una sugerencia. Pero luego me contó: hay unos niños huérfanos, que son como fantasmas de la montaña y salvan vidas en carretas de madera", cuenta Quincy Perkins, estadounidense y director de la cinta.

Perkins, quien trabajó alguna vez para National Geographic, programó su viaje hacia Huánuco y tardó dos semanas en encontrar a los niños. Un día se topó con las carretas. "Pero me encontré con una historia mucho más grande. Una historia de cómo volverse adulto creciendo antes de tiempo", explica a la AFP sobre esta película que concursa en el 20 Festival Internacional de Cine de Lima.

Con el paso de los días descubrió un común denominador: la mayoría de ellos eran huérfanos. Sus padres habían muerto a manos de Sendero Luminoso, la guerrilla maoísta que sembró terror en Perú entre 1980-2000.

Liderados por un adulto, Evert, de 29 años, estos muchachos formaron una especie de clan de rescate, con propias reglas y códigos. Una especie de "Señor de las Moscas" andino, dice Perkins, de 36 años.

Todos ellos comparten humildes chozas en los alrededores de Huánuco. Una tribu del camino. Son casi una treintena, pero Perkins eligió a los nueve más elocuentes para el rodaje.

La historia está matizada con imágenes de la época de violencia terrorista y comentarios que explican el Perú de la época, y sus consecuencias en el siglo XXI.

El director, que ya ha ganado el festival de cine de Napa Valley en 2015, centró sus grabaciones entre 2011 y 2014. Dedicó un año para la edición. La zona tiene especial significado: en esta carretera, en las épocas de guerra interna en el Perú, aparecían regados los cuerpos de víctimas de Sendero. En esas vías de muerte, a veces interrumpidas por derrumbes y lluvias, 'Los Bomberos' (The Little Firemen), rescatan vidas.

Ebert, el protagonista, sus hermanos Jesús y Olegario y una pandilla de amigos, resuelven los problemas de los conductores, reparan de forma artesanal las vías, ofrecen transportar mercancía a cambio de unas monedas y viven de la caridad de los conductores.

"Empecé a grabar muy nervioso. Como soy extranjero, puede que no tenga la capacidad de entender la historia del país, especialmente en los 80-90. Pero para mí era importante colocar un poco de historia para mi audiencia en Estados Unidos que no sabe nada y dejar claro que aún pasan cosas allá. Me he encontrado con militares estadounidenses allá", cuenta.

Perkins asegura que se cuidó mucho de no caer en el estereotipo del gringo que cuenta historias de países sudamericanos, magnificándolas. Por eso se asesoró con peruanos para aterrizar sus ideas. Cuenta que están en conversaciones con proveedores de Netflix, para ver si el documental puede ser incluido en su parrilla.

Según el director, es probable que estos chicos sean los últimos en realizar este trabajo en sus carretas. Tras la película, dos de ellos encontraron tíos o abuelos, Ebert se casó y, bueno, las motos y bicicletas suelen ser más prácticas para el desplazamiento. Pero el pacto filial sellado en las rutas no muere.

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