Jimmy Morales, el comediante guatemalteco que quiere ser un presidente serio

  • La fortuna le sonrió al comediante Henry Morales, debutante en política, al convertirlo en uno de los aspirantes favoritos a la presidencia de Guatemala en los comicios del domingo, tras los escándalos de corrupción que asolaron al gobierno.

Ante los escándalos que causaron la renuncia de Otto Pérez a la presidencia, los reflectores enfocaron a Morales, aspirante por el partido derechista FCN-Nación, luego de que muchos guatemaltecos lo consideraron como una alternativa a los políticos tradicionales.

De 46 años, comediante de televisión, actor cómico y productor, Morales ahora aspira a gobernar este país centroamericano, como lo hizo en la ficción "Neto", el personaje de un vaquero ingenuo que lo hizo famoso en el cine en un largometraje cómico llamado "Un presidente de asombrero (bueno)".

"La gente en la calle me pregunta si soy Nito o soy Neto. Soy Neto, no soy bonito pero soy coqueto", suele decir Morales en sus discursos, seguido por risas y aplausos, que le permiten romper el hielo para hablar de su intención de colocarse la banda presidencial el próximo 14 de enero, cuando debe asumir el nuevo gobierno.

"Durante 20 años los he hecho reír, les prometo que si llego a ser presidente no los voy a hacer llorar", afirma Morales, quien no obstante ha reconocido en varios foros que no posee un plan de gobierno definido.

Casado y padre de cuatro hijos, Morales posee, además de sus dotes artísticas, estudios de teología, administración de empresas y estrategias de seguridad, según su sitio web.

Asimismo, el aspirante dice ser "empresario, docente universitario, comunicador, académico, filántropo y político".

En las elecciones pasadas, en 2011, el comediante intentó dar sus primeros pasos en política pero fracasó en sus aspiraciones para alcanzar la alcaldía del municipio de Mixco, colindante al oeste con la capital. En esa oportunidad compitió por el ahora desaparecido partido Acción de Desarrollo Nacional (ADN, derecha).

Morales ha centrado su campaña en asegurarle a la población que es un candidato diferente, tratando de desligarse de la desgastada clase política bajo el lema "Ni corrupto, ni ladrón".

"Soy una clase nueva de político que respeta acuerdos y no compra voluntades, que no hace negocios para vender plazas (de trabajo)", declaró Morales a medios nacionales.

Sin embargo, enfrenta una serie de críticas por el pasado del partido FCN, que lo postula, fundado en 2008 por militares retirados que grupos de derechos humanos vinculan a vejámenes cometidos durante la guerra civil guatemalteca (1960-1996).

Incomodado por el señalamiento, Morales niega hasta la saciedad la presencia de militares en sus filas.

"El partido político FCN Nación no está integrado por ex militares" afirma en su sitio web, y agrega que a partir de 2013, cuando fue nombrado secretario general de la formación, "la dirigencia fue remplazada en un 99% por personas de mi entera confianza, sin experiencia política, pero con el deseo y la capacidad de construir una Guatemala feliz e inmortal".

Asimismo, asegura que "el FCN Nación no tiene financiamiento de fuentes oscuras".

Y su hermano Sammy ha salido en su defensa: "Un comediante... Un simple comediante puso a toda la clase política a temblar y a invertir millones de quetzales y todo tipo de recursos para desacreditarlo y para bajarlo de la moto", escribió en su cuenta de Facebook.

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