Matthew Macfadyen, el improbable héroe romántico

  • El británico Matthew Macfadyen da vida a Athos en la enésima versión de 'Los tres mosqueteros', que se estrenó ayer en los cines con derroche de efectos visuales, zepelines y 3D. Pero antes ha sido el mejor Mr. Darcy de 'Orgullo y prejuicio' y el prior Philp de 'Los pilares de la tierra'.
Tráiler de 'Los tres mosqueteros en 3D'
Tráiler de 'Los tres mosqueteros en 3D'
lainformacion.com
Fernando de Luis-Orueta

Era difícil imaginar que el director Joe Wright escogiera a un tipo con él para dar vida a Mr. Darcy, el héroe romántico por excelencia, protagonista de Orgullo y prejuicio. Pero así fue: Matthew Macfadyen (Great Yarmouth, Inglaterra, 1974), con sus ojos tristes y el gesto bonachón, se convirtió en uno de los mejores galanes del cine reciente. Y volverá a serlo en breve, a las órdenes del mismo realizador y frente a la misma mujer –Keira Knightley– en una nueva versión de Anna Karenina.

Entre una cinta y otra ha protagonizado otras muchas adaptaciones a la televsión de famosas novelas como La pequeña Dorrit, de Dickens o Los pilares de la tierra, de Ken Follett. Y ahora llega a los cines con una más, el clásico de aventuras entre los clásicos: Los tres mosqueteros, de Dumas, con un despliegue tridimensional que se permite muchas licencias respecto a la novela.

¿Esta nueva versión de Los tres mosqueteros es más una película de romance y aventuras o una de acción?

Es más bien una película de acción, aunque tiene muchos elementos: grandes batallas y naves voladoras, pero también tiene la historia de amor, la intriga política y todo lo demás. Cuando leí el guión pensé: "Esto es ridículo". Pero enseguida me di cuenta de que también era muy divertido. Espero que pueda interesar a mucha gente distinta.

¿Qué hace Mr. Darcy en medio de este derroche de fantasía en 3D?

Bueno, en realidad no es tan distinto. Para rodar Los tres mosqueteros tuvimos clases de esgrima y nos pusieron unos trajes fantásticos… A casi todos los actores les gustaría estar en una película de los mosqueteros. Es casi como estar en un western, es algo con lo que alguna vez has soñado: un duelo de espadachines.

Te hemos visto en muchas películas de época. De hecho, en Reino Unido se producen muchas adaptaciones de clásicos todos los años…

Es porque detrás hay muy buenas historias. Pero por otro lado, ¿cuántas adaptaciones más de Emma necesitamos? En los últimos años ha habido como cinco. Aunque es cierto que las novelas de Dickens o de Jane Austen son idóneas para adaptarlas en varios capítulos a la televisión… Funcionan mejor que en cine, que hay que reducirlas tanto que al final sólo consiguen una idea general que sólo sirve para enfadar a los amantes del libro.

Y eso supone un reto especial para los actores. Como en tu caso, poner cara, cuerpo y voz a Mr. Darcy en Orgullo y prejuicio, el héroe romántico por excelencia.

Sí, fue muy raro… además poco antes Colin Firth lo había hecho en una serie de la BBC. Pero pensé que era como si tuvieras que interpretar a Hamlet o al tío Vania, que hay tanta gente que lo ha interpretado antes que tú. Así que me lancé a ello sin darle más vueltas.

Joe Wrigth fue el director de esa película y ahora vuelve a trabajar con él en una nueva versión de Ana Karenina.

Efectivamente, por eso la barba, empezamos a rodar inmediatamente. Hemos estado ensayando –y muchos ensayos de baile-. Tenemos un reparto maravilloso, el guión de Tom Stoppard es buenísimo y Joe tiene unas ideas fantásticas sobre cómo ponerlo en escena, que no son exactamente convencionales.

Has tenido un recorrido muy interesante en teatro, primero en la Royal Shakespeare Company con Nicholas Hytner y luego en la compañía Cheek by Jowl de Declan Donnellan.

Trabajar con Declan en Cheek by Jowl es una experiencia que te cambia la vida porque no sólo es un director maravilloso sino que también es un excelente maestro. Pero de esa época lo que más recuerdo son los viajes: hice dos giras mundiales con Cheek by Jowl y otra con la Royal Shakespeare. Era muy joven y fue una experiencia fantástica que no creo que pudiera repetir ahora que tengo tres hijos.

¿Ser padre influye en los papeles que decide interpretar?

Sí, un poco sí. Me lo tendría que pensar mucho si me ofrecen algo que supone irme, por ejemplo, a Nueva Zelanda. No me quiero perder cómo crecen.

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