Tolentino invita a ver la vida desde el cine de autor en su último libro

  • Alicia García Arribas.

Alicia García Arribas.

Madrid, 15 nov.- Javier Tolentino, director del programa de cine de Radio 3 "El séptimo vicio", acaba de publicar el libro "El cine que me importa", en el que recoge sus impresiones más personales sobre el impacto de las películas que ha visto, que no son "ni todas ni las mejores", pero sí las que más le han afectado.

"Quería elegir cien películas, pero era complicado dar a todas las cintas y a todos los cineastas la misma extensión", comenta el periodista y escritor en un entrevista con Efe.

Al final, ha conseguido seleccionar unas 70 cintas ordenadas "a golpe de pálpito", aunque la primera, que era la única que "tenía clara", ya es toda una declaración de intenciones.

Se trata de "El honor de Las Injurias" (2012), de Carlos García-Alix, una película "que ha sido de lo más vetada por el mercado y, salvo algunos locos como nosotros en Radio 3 o gente de la periferia de la distribución, nadie le ha dado cabida".

Es la única obra cinematográfica de este autor, también pintor y escritor, un documental sobre el desaparecido barrio de Las Injurias de Madrid, "un viaje sentimental y emocionante a una España que fue despojada, fusilada y arrancada de un proceso histórico sin precedentes", según la presenta el autor.

Y una vez explicada su posición ante el cine, y ante el mundo, porque Tolentino entiende que "lo más honesto que podemos hacer es contar las cosas como las vemos nosotros", el periodista descubre, paso a paso, los autores y películas que han formado "su mirada", no sólo hacia el cine, sino hacia la vida.

"Es que es también un repaso al país y a la sociedad, no es un libro de cine, es un libro desde el cine -afirma- porque a partir del cine se reflexiona sobre las cosas que nos han pasado".

Y ahí están "La vie d'Adele", de Abdellatif Kechiche; "Saraband", de Ingmar Bergman; "Tabú", de Miguel Gomes; "Los abrazos rotos", de Pedro Almodóvar; "La cinta blanca", de Michael Haneke; "El espíritu de la colmena", de Víctor Erice; "Les herbes folles", de Alain Resnais; "El hombre que mató a Liberty Balance", de John Ford, "Ju Dou, semilla de crisantemo", de Zhang Yimou, o "La novia cadáver", de Tim Burton.

"De alguna manera -reflexiona- es el cine de autor el que te explica e interpreta las cosas que pasan en este mundo".

"Me duele que no estén muchos autores que me gustan -dice, y nombra a Tarkovski, a Visconti, a Julio Médem-, pero tampoco siento una laguna, una falta".

No está, desde luego, ningún ejemplo de cine comercial. "Supongo que odio la desigualdad social y lo mal que se ha organizado el mundo, por eso no estaré nunca con ese modelo, me fastidia entender la vida como mercado y, en consecuencia, no me gusta el cine que tiene como único objetivo ser un objeto de consumo", explica.

"Reivindico la cultura que no cuesta dinero, la que no está dentro del mercado; la cultura no puede ser objeto de consumo", opina.

De hecho, añade, "ese tipo de cine no me interesa ni para entretenerme; me pasa igual con las canciones basura con las que se forra la gente; pues sí -reconoce-, si todo esto que digo es antisistema o contrasistema, pues es así, pero creo que es lo que hay que hacer".

Y este gigante de la comunicación, con más de treinta años en las ondas, siempre en la radio pública, agita a sus lectores: "Piensa, por ejemplo: tú no puedes estar a favor de un país donde están masacrando a toda una población".

"Eso te lo muestra 'Retrato de Siria', de Ossama Mohammed, y ver esta película te tiene que hacer pensar y situarte contra el genocida; eso es el cine que me importa, el cine que me ayude a explicar las cosas de este mundo", resume.

Antes de "El cine que me importa" (Larousse), Tolentino publicó en 2004 "Julieta en el país de las maravillas: una conversación con Norma Aleandro" y en 2005 "Ni delfín ni tiburón ni mojarrita: diálogos con Leonardo Sbaraglia".

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