Matt Groening dibujó para Apple antes de ser famoso por 'Los Simpsons'

Todos conocemos a Matt Groening por el éxito de su vida, 'Los Simpsons', la serie que sigue igual de joven tras 23 años emitiéndose casi sin movimiento en la sobremesa de Antena 3. Bueno, también sabemos que está detrás de la irreverente y deliciosa 'Futurama'.

Sin embargo, antes de saltar a la fama con la familia de ficción más internacional de los Estados Unidos, el dibujante de Portland (Oregón) ya tenía su pequeña legión de admiradores por la tira cómica semanal 'La vida en el infierno' ('Life in Hell'), que empezó publicando él mismo y distribuyendo mediante fotocopias entre sus amigos y los clientes de Licorice Pizza, donde trabajaba.

Fue en los 80 cuando la historieta, que miraba desde el peculiar prisma satírico de Groening cuestiones tan cotidianas como el amor, el trabajo o el sexo, empezó a llamar la atención del gremio. Reinaban por aquel entonces los autores de cómic independientes. Y así llegó la gran oportunidad de Matt: el productor James L. Brooks se fijó en el joven y le ofreció preparar una serie de cortos animados para 'The Tracy Ullman Show'.

Se suponía que los personajes iban a ser los conejos antropomórficos Binky, Sheba, Bongo, Akbar & Jeff... Pero la historia ya la conocemos todos: acabó dibujando a Homer, Bart, Lisa, Marge... Y en 1987 nacieron 'Los Simpsons', que comenzaron a emitirse como una serie con entidad propia dos años después, en 1989.

Pero ese mismo año, meses antes, a Groening le llegó otra gran oferta, otra gran oportunidad. Apple le pidió que ilustrase con los personajes de 'La vida en el infierno' una campaña promocional de Macintosh destinada al público universitario. Aceptó, probablemente por dinero, aunque la relación no duró demasiado y acabó por dedicarse en exclusiva a los habitantes de Springfield.

De los frutos de la colaboración del padre de Homer y Bart con la firma de la manzana mordida se conserva un folleto, un par de pósters y hasta una camiseta. No es posible hacerse con ellos a través de eBay ni debe haber muchos afortunados propietarios de estas joyas de coleccionista. Sin embargo, las imágenes llevan ya un tiempo circulando por la Red y son, además de divertidas e incluso históricas, una buena muestra del tipo de mensajes con los que Apple vendía ordenadores en los años que no tuvo al visionario Steve Jobs al frente. Si ficharon a Groening, mal ojo no tenían.