Así lo han señalado este jueves en rueda de prensa, el director general del Institut Valencià de Cultura (IVC), Abel Guarinos, la directora artística del festival, Meritxell Barberà; la directora técnica, Inma García; el responsable de Relaciones Institucionales de Caixa Popular,(principal patrocinador del festival) Paco Alós; y el bailarín Ulises Álvarez.
La pieza fue creada el 4 de noviembre de 1981 en el Teatro Municipal de Angers y no ha dejado de interpretarse desde entonces. Sin embargo, esta será la primera vez que viene a España y más concretamente a València. En ella, se pone en movimiento el desfile de una condición humana a la deriva con la invención de un lenguaje teatral abrupto que transforma "lo rídiculo, lo violento y lo angustioso en situaciones" y busca el punto de encuentro entre el movimiento aplicado al teatro, por una parte, y la danza y el lenguaje coreográfico por otro.
Entre el elenco de intérpretes se encuentran Ulises Álvarez, Alice Béneteaud, Kais Choubi, Laura Frigato, Françoise Leick, Louise Mariotte, Cathy Polo, Pierre Pontvianne, Ennio Sammarco o Marcelo Sepúlveda e irán acompañados de las composiciones de Schubert, Gilles de Binche y Gavin Bryars.
Compartirán escenario los que gozan de una dilatada trayectoria profesional y quienes se encuentran en el inicio de su carrera, una situación que según Ulises Álvarez les ha prevenido de "caer en el automatismo".
La coreógrafa Maguy Marin nació en Toulouse donde estudió ballet clásico, trabajó en varias compañías de danza europeas y fundó su propia compañía en 1978. Posteriormente, formó parte del Centro Coreográfico Nacional de Crétil donde su obra se difundió por todo el mundo.
En 1987, el encuentro con el músico y compositor Denis Mariotte supuso el punto de partida de una colaboración decisiva que amplió su campo de experimentación, tras intensos años de trabajo en Rilliuex-la-Pape, volvió a Lyon en 2015 para poner en marcha un centro de arte llamado RAMDAN.
RUPTURA CON EL NEOCLASICISMO
La VI edición del festival fija la mirada en el paso del tiempo y la vejez y ha elaborado su programación en torno a esta obra, pues se ha considerado "el plato fuerte" de este encuentro multidisciplinar que se extenderá con diversas actividades hasta el 21 de mayo.
La obra "supuso una ruptura con lo que se hacía en los 80, rompió con los cánones de belleza que se establecían para la danza y con el neoclasicismo", ha explicado Barberà.
Al parecer, la obra no gustó en su estreno puesto que combatía esta idea de belleza y mostraba "cuerpos deshaciéndose" sobre el escenario. Según Barberà, "esto no era una provocación sino una respuesta al neoclasicismo y a los cánones".
"No son solo bailarines sino que está también la idea de la percepción de la belleza y hace que el discurso sea tan potente como la coreografía", ha señalado.
Por su parte, García ha señalado que "a la danza siempre se le ha exigido esa formalidad", que consigue romper esta obra y ha definido el festival como "una cita abierta de nuevos lenguajes".
Para Álvarez, "la obra habla de las relaciones humanas, se apoya en el universo de Beckett porque ahí encuentra un lenguaje muy profundo", y "traduce bastante" al dramaturgo "no siendo teatro".
"La obra no ha dejado de girar y es la primera vez que viene a España lo que demuestra que ha sabido envejecer y mantener la vigencia", ha señalado Barberà quien ha remarcado "el espíritu crítico y reflexivo del festival", que tiene por objeto "resaltar el poder del arte como catalizador de lo social".
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