Cerca de 80 esculturas deconstruidas de Alberto Bañuelos se mostrarán desde octubre en Guanajuato y León (México)

Cerca de 80 esculturas deconstruidas de Alberto Bañuelos se mostrarán desde octubre en Guanajuato y León (México)
Cerca de 80 esculturas deconstruidas de Alberto Bañuelos se mostrarán desde octubre en Guanajuato y León (México)
EUROPA PRESS
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La muestra, que sigue los pasos a la experiencia expositiva 'La Liturgia de las Piedras', exhibida en el Museo Nacional de Antropología de México, se inaugurará los días 2 y 5 de octubre en el Museo de la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato y en el Identidades Leonesas de León, que se repartirán entre 30 y 40 esculturas de las ya mostradas en el Distrito Federal.

Esta presencia se enmarca en el 44º Festival Cervantino de Guanajuato, en el que España es país invitado, según lo ha explicado el propio artista, quien en una rueda de prensa en Valladolid ha precisado que las creaciones que se mostrarán son fruto de tres o cuatro años de su vida y de 15 de reflexión sobre el lenguaje artístico.

En concreto, ha destacado que la deconstrucción de piedras y cantos que parte y "combina" es fruto de todo lo que ha leído y aprendido en los últimos años hasta que se ha convertido en su lenguaje.

"Cuando se busca la simplicidad se engancha con los orígenes, con todas esas culturas antiguas", ha destacado en referencia a las obras aztecas con las que sus creaciones convivieron en el Museo de Antropología del D.F., visitadas por 160.000 personas.

Por su parte la directora general de Políticas Culturales, Mar Sancho, ha explicado durante la presentación que el espacio es, para Bañuelos, lo que queda dentro de las esculturas, cuya obra tiene "un punto de espiritualidad" ya que permite "acceder al alma".

Asimismo, se ha referido a las influencias que Proust y Cervantes tienen en su obra (para medir el tiempo en la infancia, en el caso del francés), así como al estado de "entrega y autenticidad" de su proceso creativo.

La de México no es la primera vez fuera de Castilla y León para Bañuelos, quien con once años demostró sus "dotes especiales para el dibujo" para luego experimentar con los "bordados de piedra" de la catedral de Burgos y concluir que con el trabajo en piedra, "no hay marcha atrás", según lo ha subrayado Sancho.

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