La Academia de Cine premia al "escultor de la luz" José Luis Alcaine

  • La Academia de Cine ha concedido hoy su Medalla de Oro a "un escultor de la luz", el director de fotografía José Luis Alcaine, que ha resumido con esta metáfora su labor y que ha agradecido el galardón, así como la oportunidad de reencontrarse con la "gran cantidad de amigos" que le ha deparado el séptimo arte.

Madrid, 4 oct.- La Academia de Cine ha concedido hoy su Medalla de Oro a "un escultor de la luz", el director de fotografía José Luis Alcaine, que ha resumido con esta metáfora su labor y que ha agradecido el galardón, así como la oportunidad de reencontrarse con la "gran cantidad de amigos" que le ha deparado el séptimo arte.

En una rueda de prensa celebrada en Madrid, Alcaine (Tánger, 1938) ha recordado los más de 55 años de profesión a su espalda, incluyendo aquellas jornadas nocturnas cobradas en "negro" en un laboratorio de fotografía, para costearse la vida en Madrid en sus comienzos.

Desde entonces, más de 125 películas han contado con lo que el productor y director de la Academia de Cine, Enrique González Macho, encargado de entregarle la medalla, ha llamado su "maestría y personalidad, siempre puesta al servicio de la película".

González Macho ha ensalzado su "modestia" y el hecho de que se distinga a Alcaine dentro de la de por sí larga tradición de buenos directores de fotografía del cine español, un trabajo avalado hasta el momento con cinco premios Goya: "El sueño del mono loco" (1989), "Belle Époque" (1992), "El pájaro de la felicidad" (1993), "El caballero Don Quijote" (2002) o "Las trece rosas" (2007).

"Este es un premio distinto, porque entiendo que lo es a toda una generación que me ha acompañado", ha dicho Alcaine, quien ha asegurado que se ha divertido y que ha aprendido en cada película, "incluso en las malas".

El director de fotografía ha destacado además que lo que más le debe al cine son los amigos creados en todos estos años de profesión y ha citado concretamente el nombre del malogrado Fernando Fernán Gómez.

Ha reconocido que durante el rodaje de "¡Átame!" (1990) atravesaba un "mal momento" y que eso devino en "roces" y un período de distanciamiento con Pedro Almodóvar, con quien ha colaborado en varias ocasiones, incluyendo en la reciente "La piel que habito" (2011).

"Pedro no tiene muy claro qué busca, pero sí sabe lo que no quiere y nos llevamos bien porque no hablamos casi de fotografía", ha dicho Alcaine, que ha destacado que con su trabajo en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988), la luz y el color típicamente "almodovarianos" tomaron "carta de naturaleza".

Sobre su profesión, ha destacado que consiste en "trabajar con la luz, modelarla como si fuese una escultura, lo que es difícil de prever y exige una continua adaptación a las circunstancias, a los actores", razón por la que ha dicho recelar de quienes trabajan presos de un "stotyboard".

Está previsto que esta noche se le rinda un nuevo homenaje en una cena, esta vez en compañía de familiares y amigos, a la que asistirán la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, además de actores como Leonor Watling, Juan Diego Botto, Concha Velasco o Aitana Sánchez-Gijón, entre otros.

Acostumbrado a colaborar con grandes figuras, ha rememorado las "continuas visitas" al monitor de Victoria Abril, la única que se le quejó alguna vez de su trabajo, y ha destacado el honor que supone que "muchas actrices" le hayan manifestado sus deseos de colaborar con él.

Mostrar comentarios