Alain Delon: la gloria, el carisma y la soledad

  • El francés Alain Delon, que festejará sus 80 años el 8 de noviembre, se convirtió en un mito del cine gracias a un carisma y una belleza excepcionales, pero su carrera fue a la par con una vida privada tumultuosa.

"Me programaron para el éxito, no para la felicidad. Las dos cosas no van juntas", dijo el protagonista de unas 90 películas, muchas de las cuales se convirtieron en clásicos bajo la dirección de prestigiosos cineastas como Jean-Pierre Melville, Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni, Joseph Losey, Jean-Luc Godard, Louis Malle o Volker Schloendorff.

Productor de una treintena de largometrajes y director de dos, empresario y coleccionista de arte, el gran seductor francés dice estar cansado de una fama que le impide vivir como los demás.

El tiempo ha dejado arrugas en el rostro y plateado la cabellera de esta fiera solitaria, misántropo generoso que a menudo habla de él mismo en tercera persona y adoró la gloria hasta que se hartó de ella y cayó en periodos depresivos.

Mimado por la fama, también lo fue por las mujeres: "fue en ellas, en la mirada de mi primera esposa Nathalie, en Romy (Schneider), Mireille (Darc) o la madre de mis hijos (Rosalie van Breemen) en las que hallé la motivación para ser quien soy y hacer lo que debía hacer".

Nacido el 8 de noviembre de 1935 en Sceaux, cerca de París, Alain Delon tuvo una infancia inestable tras el divorcio de sus padres, seguida de cuatro años de guerra en Indochina como infante de marina.

A su regreso, frecuentó el elegante barrio de Saint Germain des Pres, donde su elegancia y su intensa mirada azul no pasaron inadvertidos.

En 1957, debutó en la pantalla en "Quand la femme s'en mêle", de Yves Allégret. Un papel corto, pero suficiente como para llamar la atención del público y de la profesión.

Se convirtió rápidamente en el intérprete de los más grandes: René Clément, en "A pleno sol" y sobre todo el italiano Visconti que será el verdadero pigmalión del joven actor, cuya inteligencia y capacidades supo detectar. "Rocco y sus hermanos" y "El Gatopardo" son dos de sus mejores actuaciones.

En Italia, actuó también en "El eclipse" bajo la dirección de Antonioni, antes de destacarse en memorables roles de composición para Jean-Pierre Melville en "El círculo rojo" y "El samurái" ("El silencio de un hombre" en España), que contribuirá a forjar la imagen de un hombre solitario, secreto y audaz.

En teatro actuó en "Lástima que sea una puta", dirigida por Visconti. La coprotagonista era la joven actriz austríaca Romy Schneider, con quien inició una larga relación. En "El otro Sr Klein" de Joseph Losey, incursionó en un personaje más complejo y alejado del clásico seductor.

Exceptuando un breve paso por Hollywood ("Sol rojo" de Terence Young), sólo trabajó en Francia e Italia. Con "Borsalino", de Jacques Deray, conoció en 1974 uno de los mayores éxitos de su carrera, junto al otro ícono del cine francés Jean-Paul Belmondo.

Apasionado de boxeo, patrocinó las carreras de Jean-Claude Bouttier y Carlos Monzón, con quien entabló una relación de amistad que duró hasta la muerte del campeón argentino en 1995. Delon llegó a visitarlo en la cárcel en Argentina donde el excampeón cumplía una pena por el homicidio de su esposa.

Como empresario, lanzó un perfume con su nombre que causa furor en Asia. Aficionado al arte, coleccionó animales de bronce del escultor Bugatti, vinos de grandes bodegas, relojes y armas.

Alain Delon, que vive la mayor parte del tiempo en su residencia de Loiret (sur de París), alimenta de tanto en tanto la actualidad con sus manifestaciones de simpatía por la extrema derecha. En 2013 el festival de Cannes, que nunca lo coronó Mejor Actor, le hizo un homenaje.

Es padre de tres hijos: Anthony, fruto de su casamiento con Nathalie, Anouchka y Alain-Fabien, del matrimonio con Rosalie.

Un documental "Alain Delon, ese desconocido" que difunde este lunes la televisión francesa antes de su 80 cumpleaños, recorre la vida del actor e incluye numerosos testimonios de directores y de las mujeres que amó.

"La soledad forma parte de mi vida, me llevo bien con ella y cuando no la tengo, de alguna manera la echo de menos", confiesa Delon, aunque admite que "todo lo que yo he sido a lo largo de mi vida, lo fui por y a causa de las mujeres".

En una entrevista publicada la semana pasada, Alain Delon admitió que la actriz Mireille Darc, con quien mantuvo una relación durante 15 años "fue probablemente el gran amor de mi vida, la mujer de mi vida".

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