Con "Lobos de Arga" llega la sabia combinación de terror y comedia

  • Tras dirigir "Dos tipos duros" y "Un buen hombre", el cineasta madrileño Juan Martínez Moreno aborda desde la comedia el subgénero fantástico de los hombres lobos con "Lobos de Arga", que sitúa en una recóndita aldea gallega.

Jose Oliva

Sitges (Barcelona), 7 oct.- Tras dirigir "Dos tipos duros" y "Un buen hombre", el cineasta madrileño Juan Martínez Moreno aborda desde la comedia el subgénero fantástico de los hombres lobos con "Lobos de Arga", que sitúa en una recóndita aldea gallega.

"Lobos de Arga", que se ha proyectado en la sección oficial competitiva Fantástico del Festival de Cine de Sitges, ha tenido una gran acogida por parte del público y de la prensa acreditada en el certamen, que han valorado su "honestidad" y "la sabia combinación de géneros".

Precisamente, el director ha señalado en conferencia de prensa que "el proyecto pretendía combinar géneros tan diferentes como el cine de terror, la comedia o las películas de acción", aunque reconoce que "predomina la comedia sobre el resto".

"Lobos de Arga" es heredera, admite su director, "del cine de terror, de la primera gran película del género, 'The Wolfman', de 1941, de George Wagner, o del cine de los 80 con títulos como 'Un hombre americano en Londres', de John Landis, o 'Aullidos', de Joe Dante".

De hecho, atraviesa "Lobos de Arga" cierto "aire ochentero", plausible en la mayoría de los efectos especiales utilizados, que son todos "físicos y reales, y no de posproducción digital".

"A mí, como espectador, siempre me han gustado más los efectos físicos, y el abuso del digital siempre me ha producido rechazo", ha dicho Juan Martínez Moreno.

El punto de partida de la cinta son unos hechos ocurridos en Arga en 1910, donde una terrible maldición cae sobre la malvada marquesa de Mariño y sobre su hijo, convirtiendo a este en hombre lobo en su décimo cumpleaños.

Cien años después, Tomás, un escritor fracasado y último descendiente varón de los Mariño, regresa al pueblo convencido de que van a nombrarle hijo adoptivo, pero en realidad los vecinos piensan sacrificarle para acabar con la maldición.

Martínez ha justificado la ubicación de la historia en Galicia, porque "visualmente el norte, con sus brumas matutinas, tiene mucho dramatismo, algo que le venía bien a la película, y luego tiene una historia mágica, que viene de hace 400 años, y que no sólo tiene que ver con las 'meigas' y el primer lobisome -varón que se transformaba en un animal parecido al perro y el cerdo-, que fue un gallego".

El rodaje fue duro por las condiciones meteorológicas -en pleno mes de febrero-, pero, apunta el director, los que peor lo pasaron fueron los actores que estaban dentro de los disfraces de hombres lobo: "Eran cuatro horas y media de maquillaje sin ponerse el traje, durante cuatro semanas de rodaje, y con tres días de grabación de noche".

Martínez se ha mostrado satisfecho con el trabajo de los hombres lobo, de los que la mitad eran especialistas y la otra mimos contratados en Galicia.

La productora del filme, Emma Lustres, ha comentado que iniciaron hace un año la campaña de promoción en distintos mercados, pero, "por la mezcla de comedia y terror, hemos pensado -ha dicho- que comenzaremos las ventas en el American Film Market", con la esperanza de que la película pueda tener una "buena trayectoria internacional", como otros filmes españoles de género como "Spanish Movie".

En el caso de que la industria vuelva a confiar en él, bromea, Martínez expresa su deseo de "volver a trabajar en el género fantástico, porque se lo ha pasado "muy bien".-

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