El argentino Palavecino desembarca en Venecia con un ejercicio de tristeza

  • El realizador argentino Santiago Palavecino presentó hoy en la sección "Horizontes" del Festival de Venecia "Algunas chicas", un filme sobre las diversas formas de tristeza en el universo femenino, "el misterio más fascinante del mundo", en su opinión.

Alicia García de Francisco

Venecia (Italia), 30 ago.- El realizador argentino Santiago Palavecino presentó hoy en la sección "Horizontes" del Festival de Venecia "Algunas chicas", un filme sobre las diversas formas de tristeza en el universo femenino, "el misterio más fascinante del mundo", en su opinión.

Agustina Muñoz, Cecilia Rainero y Agostina López son las protagonistas de esta historia contada con crudeza e inspirada por una novela corta de Cesare Pavese -"Entre mujeres solas"- sobre un grupo de mujeres que se encuentran en una pequeña ciudad cercana a Buenos Aires en unas circunstancias bastante dramáticas.

Una mujer que atraviesa una crisis matrimonial, otra que ha intentado suicidarse y que no aparece y algunas más que intentan ocultar los hechos componen un thriller psicológico en el que ha pesado mucho la aportación de las actrices, como explicó en rueda de prensa Palavecino.

"Inventé un método, casi por casualidad pero que funcionó: regalarles a cada una de las actrices un ejemplar de la novela y con la consigna de que se sintieran lo más libres posible".

Si su lectura "les causaba un shock, podíamos empezar a trabajar como lo hicimos, primero discutiendo y luego haciendo ensayos e improvisaciones".

Eso hizo evolucionar la historia y adaptarla a lo que las actrices entendieron o sintieron de la lectura de Pavese.

Y Palavecino lo interpretó en un ambiente opresivo y oscuro, en el que la cámara marea por momentos al espectador y en el que no ahorra el sufrimiento por el que pasan las protagonistas.

"El alma femenina es una fuente inagotable de imaginación", afirmó el realizador, que siempre trata de ser "respetuoso con los específico de las mujeres" y utiliza sus sentimientos en el cine.

Son "felices y tristes, razonan, habitan el mundo de una manera radicalmente diferente a la de los hombres", resaltó el director que con "Algunas mujeres" ha realizado su cuarto largometraje.

En su opinión, si los hombres tratan de imponer la visión masculina a las mujeres, es igual a traicionarlas y de ahí que quisiera involucrar a las actrices en todo el proceso.

Al respecto, Agostina López relató cómo durante los ensayos el director no intervenía, sino que observaba para ver qué podía incorporar a la película.

Un filme que se desarrolla en un ambiente concreto, el de una pequeña ciudad que está cerca de Buenos Aires y que no es un pueblo pero que está muy lejos de ser como la gran urbe, un sitio parecido al lugar en el que el realizador nació.

Son lugares "que no son rurales ni cosmopolitas" y para Palavecino lo interesante no era retratarlos sino "desarmarlos".

Es en ese tipo específico en el que se desarrolla una historia en la que la protagonista "cae en el lugar menos indicado, como la fábula de la gente que recorre el mundo para encontrar lo que busca en el jardín de su casa".

Y la razón por la que la película funciona es porque se ponen diversos elementos juntos "que no estaban llamados a encontrarse", señaló el realizador.

"Para mí los géneros cinematográficos son una caja de herramientas a nuestro alcance que me ayudan a estructurar una trama pero también uso lugares comunes para desviar la atención del espectador".

Junto a "Algunas chicas", en la sección "Horizontes" participa el mexicano David Pablon con "La vida después", así como Gia Coppola, nieta de Francis Ford, con su ópera prima, "Palo Alto", y, en el apartado de cortometrajes, el mexicano Jonás Cuarón, con "Aningaaq"; el argentino Ignacio Gatica, con "Blanco", y el español Manel Raga con "La gallina".

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