José Luis Rebordinos: "San Sebastián corre el riesgo de convertirse en un estupendo festival de carácter local"

  • La 59ª edición del Festival de Cine de San sebastián que empieza hoy marca el inicio de una nueva época. José Luis Rebordinos toma las riendas del certamen en un momento delicado con la escasez de recursos económicos, la llegada de Bildu al ayuntamiento y la preocupación por la relevancia internacional del festival.
José Luis Rebordinos, en su despacho en el Festival de Cine de San Sebastián
José Luis Rebordinos, en su despacho en el Festival de Cine de San Sebastián
Fernando de Luis-Orueta

Antes de ser elegido director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos ya era una de las personas que movía los hilos en la escena cultural de la ciudad. Hasta que llegó su acutal ocupación, ha sido director de la Semana de Cine Fantástico y de Terror y del Festival de Derechos Humanos, ambos de la capital donostiarra, además se encargarse del áre cinematográfica de Donostia Kultura. Todo eso cambió hace poco más de un año, cuando se supo que sería en nuevo director del Festival Internacional en sustitución de Mikel Olarciregui.

¿Está siendo tan estresante como esperaba o todavía más?

Ha sido más estresante en julio y agosto, ahora más tranquilito. Ya está todo en marcha y ahora es gestionar lo que tenemos. Tenemos puestas con las orejeras y tiramos para adelante.

¿Cómo está de satisfecho con esta primera edición? ¿Es ya el festival que quiere o es un primer peldaño?

Nunca es el festival que tú quieres. A lo largo del año has peleado por tener más dinero, por tener alguna película que no has conseguido… Pero es parte del juego. Diría que estamos contentos con el festival que vamos a poder ofrecer. Es muy heterogéneo. Si coges el global de todas las secciones, la oferta es muy variada e interesante. Y dentro de la sección oficial hay un buen ramillete de nombres importantes de la cinematografía actual.

¿Qué ha aportado usted al Festival al llegar a la dirección?

Bueno, llevo 15 años en el comité de selección y de dirección y en la edición anterior fui director adjunto, por tanto todo lo que yo incorpore es más el resultado de una evolución. Pero siempre hay cosas propias. Hemos dicho que queremos un festival donde la presencia del cine español sea muy importante y donde el cine latinoamericano se mezcle con el europeo y se encuentren. Además, creemos que el rigor no está reñido con la diversión por lo que hemos incorporado las sesiones especiales de medianoche o el ciclo de cine y gastronomía con sesiones temáticas posteriores.

Parece que con su llegada se da más relevancia al género fantástico.

No creo que sea un fenómeno nuevo. Una de las películas que triunfó en Cannes fue Drive, que es una película de género. Y el año pasado nosotros teníamos I Saw the Devil. Tal vez este año hayan coincidido algunas más… Sí, yo son un gran fan del cine de género porque cuando es bueno llega al gran público, pero insisto en que es una de las grandes tendencias del cine actual.

Descúbranos alguna joya imprescindible perdida por la programación y que no nos podamos perder.

No puedo hablar de ninguna de las que compiten, pero fuera de esas hay una película que se titula The Days After, de 50 minutos, dirigida por Kore-eda, que forma parte de una serie de televisión sobre cuentos fantásticos, que a mí me parece una auténtica obra maestra, una de las cosas más bonitas que he visto este año. Es una película de fantasmas sobre el duelo y la necesidad de superar la pérdida de los seres queridos que es preciosa. Y otra que puede ser una sorpresa es el documental Bertsolari que es muy bonito y va a mostrar al resto del Estado y el mundo una realidad muy rica y muy peculiar de Euskadi.

¿Cómo de complicadas han sido las gestiones para lograr que Glenn Close venga a recoger el Premio Donostia?

Es como todo, las gestiones son complicadas o fáciles en función de que los elementos que tienen que concurrir concurran. En este caso, estábamos detrás de la película Albert Nobbs, su director Rodrigo García es amigo del Festival y a través de él llegamos a Glenn Close. Todo resultó bastante fácil y no se tardó mucho en cerrar la operación. Para mí tener a Glenn Close de premio Donostia en mi primer año es un lujo. Me costaría encontrar a una mujer que reúna tantas virtudes: es una gran actriz de cine, pero también de televisión y de teatro, ha producido películas, en esta última participa en el guión… Además en Albert Nobbs, que vamos a presentar aquí, está espléndida.

El perfil de los premios Donostia ha cambiado desde la época en que se entregaban a los grandes mitos de Hollywood (Gregory Peck, Glenn Ford, Bette Davis, Claudette Colbert, Lauren Bacall, Robert Mitchum, Lana Turner) y los que se vienen dando en los últimos años, que son a estrellas en activo (Sean Penn, Annette Bening, Jeff Bridges, Matt Dillon, Antonio Banderas, Meryl Streep, Julia Roberts).

Sí, ahí se juntan dos cosas. Por un lado, hacer de la necesidad virtud, porque aquellos grandes actores de la historia del cine están desapareciendo y cada vez quedan menos. Y por otro, es verdad que en el equipo de dirección nos planteamos que el premio Donostia debería estar más cercano a la actualidad, con gente que tuviera una gran carrera pero que también tuviera mucho por dar.

De hecho, existía hace unos años la leyenda negra de que quien recibía el Donostia, moría al poco tiempo.

Sí, sí, ese mito ya se murió hace tiempo (risas).

Se han quejado varias veces sobre el presupuesto, que es verdaderamente escaso comparado con el de otros festivales de la misma categoría.

San Sebastián está en la máxima categoría de la FIAPF pero estamos en la segunda fila detrás de Cannes, Venecia y Berlín, que son más grandes e importantes y con los que nos separa una distancia presupuestaria brutal: cualquiera de ellos tiene más del doble que nosotros. Pero no son tiempos para llorar sino para trabajar. Claro que nos gustaría tener un poquito más de dinero y a partir de octubre volveremos a intentar conseguir mayores patrocinadores.

De un tiempo a esta parte flota en el ambiente la preocupación por que San Sebastián esté perdiendo relevancia internacional e incluso se ha temido por una revisión a la baja de la categoría del festival.

En ningún momento la FIAPF se replantea revisar la categoría de San Sebastián. El festival goza de muy buena salud e internacionalmente de mucho prestigio. De todas formas, no hace falta que esa preocupación nos venga de fuera porque la tenemos nosotros mismos. Tenemos que conseguir que en dos o tres años venga más industria porque es lo que hará que siga siendo un festival importante. Si no lo conseguimos en los próximos años, corremos el riesgo de convertirnos en un estupendo festival pero de carácter más local.

¿Cómo les afecta el fortísimo ascenso del Festival de Toronto, que se ha metido como una cuña que cada vez presiona más entre Venecia (a primeros de septiembre) y San Sebastían?

Toronto es espléndido, pero de una categoría diferente a la nuestra porque es un festival no competitivo, lo que nos permite tener películas de Toronto en premier europea, en segunda instancia. Por eso, de cara a la programación no nos hace tanto daño. En lo que sí se nota es en las visitas de los actores y actrices porque si han ido allí es más complicado que luego den el salto. Pero no es sólo Toronto, sino todos los que nos rodean: Locarno, Venecia, Roma, Londres, Telluride, Nueva York… Son muchos a lo largo de cuatro o cinco meses. Nosotros tenemos que lograr una personalidad muy definida y eso nos hará ser importantes.

De lo global a lo local: ¿qué tal son las relaciones con el nuevo ayuntamiento gobernado por Bildu? ¿El relevo de Odón Elorza, del PSE, después de 20 años como alcalde, ha afectado de alguna forma a su funcionamiento?

Para nada. Bildu ya ha estado en una reunión del consejo de administración, ha mostrado su apoyo al cien por cien al festival tal y como es, internacional. No ha habido ni el más mínimo cambio. De ningún tipo.

¿No hay cambios en la sensibilidad del alcalde respecto al festival ni han surgido problemas de comunicación con sus interlocutores en el consistorio?

No hay ningún problema. La comunicación con el alcalde es muy fácil. Nos conocemos desde hace muchísimos años, es una persona muy cercana. Bildu no ha cambiado nada a este nivel. Es muy gracioso todas las bolas que se montan y las cosas que salen en la prensa. Muchas veces se crean más problemas artificialmente de los que son reales. En el País Vasco estamos acostumbrados a eso. La realidad que tu vives y la que sale en los medios a veces no coinciden. Incluso la realidad de la política y de tu vida no coinciden para nada.

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