Paco Delgado y otros técnicos españoles en los Óscar

  • Mucho antes de que Penélope Cruz y Javier Bardem posaran fotogénicos con su Óscar, incluso antes de que José Luis Garci subiera tropezándose con su esmoquin blanco a por el suyo y Pedro Almodóvar mentara a todos los santos, algunos técnicos españoles dejaron el pabellón bien alto en los Óscar.

Mateo Sancho Cardiel

Madrid, 10 ene.- Mucho antes de que Penélope Cruz y Javier Bardem posaran fotogénicos con su Óscar, incluso antes de que José Luis Garci subiera tropezándose con su esmoquin blanco a por el suyo y Pedro Almodóvar mentara a todos los santos, algunos técnicos españoles dejaron el pabellón bien alto en los Óscar.

Paco Delgado, responsable del vestuario de "Los miserables", es el último de una tradición de técnicos españoles que han conquistado a la Academia de Hollywood y que se inauguró en 1970 la relación "oscarizada" entre España y los premios más importantes de la industria cinematográfica.

Así, el primer español distinguido con el Óscar fue, en 1970, Juan de la Cierva y Hoces, hijo del historiador y ex ministro Ricardo de la Cierva y sobrino del inventor del autogiro.

De la Cierva obtuvo el premio honorífico a la Mejor Contribución Técnica a la Industria Cinematográfica durante 1969 por la creación de su estabilizador óptico o dynalens, utilizado para eliminar los efectos de movimiento, vibraciones y desenfoque de las cámaras. Una aportación de la que el cine se sigue beneficiando.

Ya en competición, en 1970, el director artístico asturiano Gil Parrondo y el decorador Antonio Mateos consiguieron un Óscar cada uno por "Patton", producción rodada en España por Franlin J. Schaffner y que se convertía en la gran triunfadora de esa edición.

Tan contento se quedó Schaffner con el trabajo de los técnicos españoles que un año después, con "Nicolás y Alejandra", volvía a llevar al Óscar a Parrondo y conseguía también el galardón al mejor vestuario para la británica Yvonne Blake y el español Antonio Cánovas del Castillo, sobrino-nieto del estadista homónimo.

Al año siguiente, en 1972, el genio de Calanda, el cineasta Luis Buñuel, se convertía en el primer director español con un Óscar, el de mejor película de habla no inglesa por "El discreto encanto de la burguesía", aunque representaba a Francia.

La década de los setenta se cerró para España en los Óscar con el conseguido, en 1978, por el fotógrafo barcelonés Néstor Almendros, quien se hizo con el premio por "Días del cielo", del cineasta norteamericano Terrence Malick.

Por fin en 1983, José Luis Garci conseguía que España inaugurara su vitrina como nacionalidad para una película de habla no inglesa con "Volver a empezar", abriendo la senda para Fernando Trueba (en 1992 con "Belle Epoque"), Pedro Almodóvar (en 1999 con "Todo sobre mi madre" y en 2001 con el Óscar al mejor guión por "Hable con ella") y Alejandro Amenábar (en 2004 por "Mar adentro").

Desde el triunfo de Amenábar, España no ha vuelto a concurrir en la categoría reservada para el cine extranjero, pero, en cambio, nombres españoles se han diseminado por las categorías generales, con cortometrajes de Juan Carlos Fresnadillo, Nacho Vigalondo y Javier Fesser como finalistas o la cinta de animación "Chico y Rita", de Fernando Trueba y Javier Mariscal.

Además de las tres nominaciones de Javier Bardem y Penélope Cruz -con sus Óscar respectivos por "No es país para viejos" y "Vicky Cristina Barcelona"-, "El laberinto del fauno" conseguía en 2006 seis nominaciones al Óscar.

De ellas, cristalizaron en premio para tres técnicos españoles: David Martí y Montse Ribé ganaron en la categoría de mejor maquillaje, y Pilar Revuelta a la mejor dirección artística, compartido con el mexicano Eugenio Caballero.

Quedaba fuera el director el compositor turolense Javier Navarrete, quien recogía el testigo de Alberto Iglesias, compositor que había sido nominado un año antes por "El jardinero fiel", y que va ya por su tercera nominación tras "Cometas en el cielo" y "El topo".

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