Tony Gatlif adaptará "muy libremente" al cine "Indignaos", de Stéphane Hessel

  • Madrid.- El realizador francoargelino Tony Gatlif, autor de películas como "Exils" o "Vengo" y objeto estos días de una retrospectiva en el Instituto Francés de Madrid, ha explicado a Efe que trabaja en un guión que adaptará al cine "muy libremente" el ensayo de Stéphane Hessel "Indignaos".

Tony Gatlif adaptará "muy libremente" al cine "Indignaos", de Stéphane Hessel
Tony Gatlif adaptará "muy libremente" al cine "Indignaos", de Stéphane Hessel

Madrid.- El realizador francoargelino Tony Gatlif, autor de películas como "Exils" o "Vengo" y objeto estos días de una retrospectiva en el Instituto Francés de Madrid, ha explicado a Efe que trabaja en un guión que adaptará al cine "muy libremente" el ensayo de Stéphane Hessel "Indignaos".

El realizador, hasta ahora consagrado casi en exclusiva a retratar el destino itinerante de su cultura, la gitana, ha entrado en contacto con el héroe de la Resistencia francesa, quien a sus 93 años ha impactado en el mundo editorial con su llamada a la insurrección pacífica.

Gatlif, director, músico, guionista, productor y actor que todavía tiene sin estrenar en España su última película, "Korkoro", ha presentado en Madrid -ciudad en la que vivió y rodó una película, "Corre gitano"- un corpus artístico en un ciclo que cierra hoy con la fiesta gitana que tendrá lugar en el Instituto Francés de la capital.

"España es el país más tolerante con los gitanos, gracias al flamenco", asegura quien nació en Argelia, llegó a París en la indigencia y un día se metió en el camerino del actor Michel Simon y decidió dar un giro radical a su existencia en una suerte de redención artística.

"La cultura es la manera que tenemos los gitanos de hacernos respetar", asegura. Y él, ganador del premio al mejor director en Cannes, siente el reconocimiento de la comunidad artística pero rechaza la integración. "No somos nosotros los que tenemos que integrarnos. No somos lo que creamos guerras, desastres nucleares ni ecológicos", argumenta.

"Todo el mundo tiene que respetar la ley del país en el que vive, pero hay que dejar a la gente respirar. ¿Por qué esa obsesión con la integración?", se pregunta.

Y él, a sus 62 años, todavía prefiere la vida nómada a la sedentaria. "Me cuesta mucho estar en un mismo sitio mucho tiempo. Y la cuestión de la edad... yo creo que todavía no soy maduro. Sigo viviendo como un anarquista y un rebelde. No es una cuestión romántica, pero no quiero aceptar la injusticia", dice y, quizá por eso, se ha embarcado en el proyecto cinematográfico de "Indignaos".

Estos días, en Madrid, se ha reencontrado con la ciudad en la que vivió. "Tengo ganas de ir al barrio de Lavapiés para ver si es cierto eso de que ahora está llena de gente china. Cuando yo vivía aquí no había nadie más que los gitanos", bromea.

Y no ve con malos ojos que los gitanos son reinterpretados por artistas para las masas, como pueden ser las recientes incursiones en este mundo de Shakira (aunque él pregunta, "¿quien es esa?") o Madonna (a la que agradece "que ha hablado del mundo romaní y lo ha dado a conocer a mucha gente que no lo conocía").

Pero entre los que han admirado la vida gitana, el realizador se queda con Martin Scorsese. "Ha visto todas mis películas y siempre dice que le encantan, que en mis personajes son como los que a él le gustaría crear. Robert De Niro actúa muy bien, pero nunca podrá actuar como un gitano de verdad", concluye.

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