Fangoria monta en Benidorm su propio festival

  • Benidorm es a Fangoria lo que Barcelona a Joan Manuel Serrat, esto es, un guante largo de revista musical que le sienta tan bien a este dúo que incluso triunfa en el marco de un festival de música alternativa, el Low Cost, en el que apenas una hora antes se jaleaba también el pop-rock indie de Lori Meyers.

Javier Herrero

Benidorm (Alicante), 22 jul.- Benidorm es a Fangoria lo que Barcelona a Joan Manuel Serrat, esto es, un guante largo de revista musical que le sienta tan bien a este dúo que incluso triunfa en el marco de un festival de música alternativa, el Low Cost, en el que apenas una hora antes se jaleaba también el pop-rock indie de Lori Meyers.

Ateniéndose al sentido que la palabra "festivalero" ha asumido en los últimos años, gracias a la sobreabundancia de este tipo de encuentros musicales, Alaska y Nacho Canut no parecían a priori la oferta más coherente de la jornada, que completaban grupos de pop cándido y vitalista como The Pains of Being Pure at Heart o el electrizante soul de Eli "Paperboy" Reed

Pero, a su modo, Fangoria también son muy de festival. Y de vodevil y de astracanadas, como han dejado ver esta noche en su aparición -cerca de las dos de la madrugada- en la jornada inaugural del Low Cost Festival, que en su tercera edición en esta ciudad alicantina ha reunido a unas 12.000 personas según cálculos de la organización.

Del escrutinio de este público, en muchos casos ajeno o prestado, el dúo ha salido vencedor con unas canciones que ya pertenecen al acervo común de varias generaciones y que, gracias a su último lavado de cara electrónico, suenan como producciones del siglo XXI.

Así se han sucedido éxitos remozados como "Quiero ser santa" y "Bailando", junto a otros más recientes ("No sé qué me das", "Retorciendo palabras de amor"), envueltos en un vistoso espectáculo de revista en el que no han faltado lentejuelas, plumas ni patadas al aire, un formato más que apto para la ciudad del Benidorm Palace, donde rodaron el videoclip de "A quién le importa".

Los pocos instrumentos que aparecen en su show son de atrezzo y el espacio de los músicos, ausentes, lo llenan bailarines turgentes y una escalera luminosa. Ya lo decía una asistente: "Me lo estoy pasando pipa". Lo que interesa es el espectáculo, éste, que además ha respirado mejor gracias a un formato más corto en duración.

Poco antes de este concierto, el mismo escenario lo han pisado los granadinos Lori Meyers. El sexteto, pulcramente vestidos como acostumbran, con sus trajes negros, camisa blanca y corbata, han desplegado ese pop-rock patrio que suena tan suyo, gracias en parte al peculiar timbre de la voz de Antonio López (Noni).

Su pop sencillo ha ido creciendo en intensidad conforme avanzaba el concierto, de forma que una primera parte marcada por los compases más bucólicos de "Luciérnagas y Mariposas" ha dado paso a temas más moviditos, como "Luces de neón" o "Religión", con miles de incondicionales coreando esas letras que son ya casi himnos ("tendría que reconocer que no llevo razón").

La compostura tiene un límite y con "¿A-ha han vuelto?" y "Mi realidad", el grupo ha echado el resto, hasta el punto de que su cantante ha terminado estrechando manos cerca del público, desaforado y descamisado.

Otra de las grandes actuaciones de la noche la ha protagonizado el estadounidense Eli "Paperboy" Reed, el hombre que podría haber sido "grunge" y terminó siendo carne de soul, lo que no quiere decir que lo suyo sean necesariamente las canciones lentas y densas.

Electrizante y contagioso, el cantante de Boston ha ofrecido un concierto bien armado en el plano sonoro, con siete músicos acompañándole, y en el compositivo, con temas de sus dos discos en el mercado, claro homenaje a lo mejor de los años 60, como su éxito "Come on and get it".

La jornada han terminado de redondearla la candidez pop de The Pains of Being Pure at Heart, con un cantante igual de inexpresivo pero más comunicativo que en el concierto que ofrecieron hace un mes en Madrid, además del desenfado de los jienesenses Supersubmarina y el rock and roll de Vinila Von Bismark & The Lucky Dados.

Y como decía Alaska en su concierto: "Señoras, les quedan dos días de festival. ¡Qué suerte!".

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