El mexicano Roberto Wong "dobla el mapa" en su primera novela, "París D.F"

  • ¿Qué pasa si se dobla un mapa y se hace coincidir la Ciudad de México con París?, eso fue lo que se preguntó el mexicano Roberto Wong al comenzar a escribir "París D.F", una historia de "destinos paralelos y cruce de tiempos" y que se publica mañana en España tras ganar el Premio de novela Dos Passos.

Madrid, 13 ene.- ¿Qué pasa si se dobla un mapa y se hace coincidir la Ciudad de México con París?, eso fue lo que se preguntó el mexicano Roberto Wong al comenzar a escribir "París D.F", una historia de "destinos paralelos y cruce de tiempos" y que se publica mañana en España tras ganar el Premio de novela Dos Passos.

Arturo es el nombre del protagonista, un chico "insatisfecho con su vida" que se ve envuelto en una catarsis personal, cansado de la rutina de su vida, que trata de dar sentido a su existencia a través de un mundo paralelo, "y ese mundo es París", ha explicado Wong (1982) en una entrevista con Efe.

Un día, un atraco en la farmacia en la que trabaja le cambia la vida. El delincuente es abatido por la policía a los pies del protagonista, y este no puede evitar pensar en qué hubiese pasado si la bala le hubiese atravesado a él.

A partir de aquí, Arturo se sumergirá en un mundo en el que el sexo y la violencia conformarán su día a día y en el que la realidad y el delirio se confundirán.

El lector de "París D.F." (Galaxia Gutenberg) será "partícipe" de este universo, relata el autor, al hacerle construir el libro "a partir de pequeños trozos de información", utilizando la voz del narrador en tres tiempos distintos.

En los denominados "capítulos cero", Arturo regresa a su origen, que el lector descubre en un juego entre la "ficción como memoria y la memoria como ficción", ha dicho Wong.

En los capítulos que tienen título, el protagonista habla con la mujer que le sigue a través de esos itinerarios imposibles en "una vista aérea" de su vida.

El autor coincide con el protagonista en la necesidad de la búsqueda de "hacer más grandes los días", una metáfora literaria sobre "la búsqueda del arte y lo inalcanzable que este pueda ser".

El mexicano también hace referencias literarias a través de los personajes: Nadia es la mujer ideal, un homenaje a "Nadja", obra literaria del francés André Breton, y que puede ser "cualquier mujer", dice Wong.

Noemí es la mujer real y el doble en el "juego de espejos" entre ambas, y Gema es el equilibrio, "quien le mantiene los pies en la tierra", y también le produce esa sensación de imposibilidad, ante lo que pudo haber pasado y nunca sucedió.

Con Borges y Cortázar como referentes, Wong comenzó a escribir en la universidad mientras estudiaba Comunicación, al darse cuenta de la necesidad que tenía de guardar recuerdos, porque "hay cosas que se pierden" y no van a volver, además de por su "hambre de venganza" de la literatura tras haberse "empapado" de ella.

Para el autor, que actualmente trabaja en el ámbito de la comunicación y el marketing, este premio ha supuesto "una bomba atómica" que le permite publicar su primer libro tras más de diez años escribiendo "en soledad".

Mostrar comentarios