Hong Kong recuerda 25 años de Tiananmen con el primer museo sobre la matanza

  • Este mes de junio se conmemora el 25 aniversario de la matanza de Tiananmen, un hecho que mientras en China sigue siendo un tabú en Hong Kong ha sido recordado con el primer museo dedicado a la masacre, inaugurado en abril y que ya ha atraído a miles de visitantes.

Isabel Fueyo

Hong Kong, 1 jun.- Este mes de junio se conmemora el 25 aniversario de la matanza de Tiananmen, un hecho que mientras en China sigue siendo un tabú en Hong Kong ha sido recordado con el primer museo dedicado a la masacre, inaugurado en abril y que ya ha atraído a miles de visitantes.

Se trata del primer centro permanente dedicado con detalle a la revolución estudiantil que arrancó en Pekín a finales de abril de 1989 y que terminó de forma sangrienta a comienzos de junio del mismo año, con cientos de detenciones y muertos, sin que aún exista una cifra oficial de las víctimas.

El llamado Museo de la Memoria del 4 de Junio, se encuentra en un pequeño local de un edificio comercial del bullicioso barrio de TST de Hong Kong, donde pudo instalarse entre la incertidumbre de algunos vecinos, por miedo a que su seguridad pudiera verse afectada, y con cierto recelo de la Administración.

Un mes después de su puesta en marcha ha recibido 5.500 visitantes "más de la mitad de ellos procedentes de China continental", explicó a Efe Jonny Lee, uno de los responsables del centro.

"Esperamos poder educar y hacer recordar a los millones de visitantes de la parte continental que vienen a Hong Kong cada año lo que sucedió durante la primavera de 1989 en la plaza de Tinanmen", explicó Lee.

Algunos de estos visitantes se emocionan ante los vídeos y decenas de fotos que cuelgan de las paredes del museo detallando en imágenes las protestas estudiantiles y la represión militar, así como testimonios de políticos y activistas que jugaron un papel clave en ese momento histórico.

Otros, según explicó Lee, muestran sus dudas y quejas porque consideran que el museo mira más lo sucedido en Tiananmen desde los ojos de los estudiantes y no tanto desde la perspectiva del Gobierno y los militares.

Henry Chang, acompañado de su novia, "disfrutó" y "agradeció" los 35 minutos que pasó recorriendo el museo e interesándose por este acontecimiento que a él le pilló con tres años de vida: "Soy del interior de China y llevo dos años estudiando en Hong Kong, no había oído hablar del 4 de junio hasta que llegué aquí", apuntó a Efe.

Peter Chin, de 65 años, rememora con detalle cómo siguió esos acontecimientos desde su casa en el populoso barrio hongkonés de Mong Kok.

"Estábamos bajo el Gobierno británico pero sentíamos mucho miedo pensando que el brazo represor de Pekín pudiera alcanzarnos", señaló a Efe.

"Mucha gente emigró a Canadá y Reino Unido por miedo a que Hong Kong fuera absorbido política y militarmente por China", rememoró.

La Alianza de Movimientos a favor de los Partidos Democráticos de China de Hong Kong está al frente del centro.

La violenta represión de las protestas de los estudiantes en la Plaza Tiananmen sigue siendo un tema tabú en la China continental, mientras que en Hong Kong cada 4 de junio miles de ciudadanos salen a la calle para recordar a las víctimas que murieron.

El museo recoge también imágenes de como vivió Hong Kong esos días de junio de 1989.

En aquel entonces, cerca de un millón y medio de ciudadanos se reunieron el Plaza de la Estatua de Hong Kong en apoyo a los estudiantes que pasaron seis semanas en la explanada de Tiananmen exigiendo al Gobierno chino una mayor apertura democrática, y una fotografía de grandes dimensiones ubicada en el centro de la sala del museo recoge ese momento.

Copias de recortes de periódicos, fotografías, vídeos y una función interactiva en la configuración de los manifestantes en la Plaza de Tiananmen forman parte de la exhibición.

El museo cuenta con una sala donde se reproduce de forma constante un vídeo de las Madres de Tiananamen, mujeres que perdieron a sus hijos durante los convulsivos días que rodearon al 4 de junio de 1989 y que más tarde se organizaron como activistas para pedir justicia.

Pese a las pequeñas dimensiones del museo (unos 80 metros cuadrados) y el hecho de que por ahora los carteles informativos sólo se muestran en chino, el goteo de gente que entra y sale del museo es constante.

A la entrada les recibe una pequeña réplica de la Diosa de la Democracia, la estatua que estudiantes pequineses crearon e instalaron en Tiananmen en los días previos a la represión, y que "miraba" desafiante el icónico retrato de Mao Zedong.

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