La fotografía de Terré, que mira la esencia del ser humano, llega a Zaragoza

  • La obra del español Ricard Terré, considerado una de las figuras más relevantes y vanguardistas de la fotografía española de la última mitad del siglo XX, llega a Zaragoza con una exposición que refleja la "esencia del ser humano" que pervive al paso del tiempo.

Zaragoza, 20 jun.- La obra del español Ricard Terré, considerado una de las figuras más relevantes y vanguardistas de la fotografía española de la última mitad del siglo XX, llega a Zaragoza con una exposición que refleja la "esencia del ser humano" que pervive al paso del tiempo.

Precisamente, como el mismo reconoció en más de una ocasión, la búsqueda del espíritu humano a través de su objetivo marcó parte de su obra, recopilada ahora en una exposición organizada por el Festival Internacional de Fotografía PhotoEspaña, bajo el título "Obras maestras".

Se trata de la primera colaboración de este certamen con el Ayuntamiento de Zaragoza, lo que ha permitido traer esta muestra a la Lonja en la plaza del Pilar, donde permanecerá desde el 21 de junio hasta el 1 de septiembre.

A lo largo de 122 fotografías, elegidas por el comisario de la exposición Chema Conesa, Terré (San Baudilio de Llobregat 1928-Vigo 2009) se acerca a la realidad social de su tiempo y de sus gentes, a través de las celebraciones religiosas, las ferias o las festividades tradicionales.

Aparecen así en su obra una gran variedad de símbolos, desde cruces, máscaras, ataúdes o cementerios, con ánimo de no buscar una caricatura fácil, sino de señalar piadosamente la complejidad del ser humano, ha señalado hoy Conesa en la presentación de la muestra.

El trabajo de Terré, quien no se dedicó profesionalmente a la fotografía, pertenece al de la generación de otros maestros como Masats, Miserach o Maspons, que supo romper con la ortodoxia fotográfica de los años 50 del pasado siglo, sometida a criterios estéticos más propios de otras artes, como la escultura o la pintura.

A partir de ahí, desde su Cataluña natal a Vigo, donde falleció en el año 2009, Terré se diferenció de sus compañeros, al acercarse a la fotografía como un aficionado que escoge la imagen para transmitir, a través de su mirada irónica, el retrato de su entorno, con una "impecable sensibilidad", ha apuntado Conesa.

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