La vida robótica de un veterano de guerra cuádruple amputado

    • Un fotoperiodista italiano ha documentado la historia de un marine que perdió ambos brazos y piernas tras un atentado en Afganistán.
    • El cabo Nicely tuvo que volver a aprender a desenvolverse sin ayuda tras el accidente. Tras años de lucha, ha comenzado a conducir de nuevo.
Perdió ambos brazos y piernas en un atentado en Afganistán
Perdió ambos brazos y piernas en un atentado en Afganistán

Todd Nicely tiene tres pares de piernas y cuatro juegos de manos. Los usa de forma intermitente, según se adapten a sus necesidades. Así, por ejemplo es más alto cuando usa sus extremidades de fibra de carbono, por lo que para conducir se tiene que poner las que miden 20 centímetros menos.

Nicely es un cabo de 26 años que trabajaba junto a una escuadra de 12 marines en Lakari, Afganistán. Al pisar un artefacto explosivo improvisado perdió ambos brazos y piernas. No se arrepiente de haber ido a servir a su país a pesar del alto precio que ha tenido que pagar.

"Mi vida es buena", dice por teléfono desde su casa inteligente que dos fundaciones construyeron para él en Lake Ozark. La casa fue diseñada de acuerdo a sus necesidades: tiene un ascensor interior, grifos sensibles al tacto, y armarios ajustables en la cocina. "Todos los días son muy parecidos, me levanto por la mañana, y pasa el tiempo", se lamenta "Sólo estoy tratando de encontrar algo nuevo que hacer todos los días."El fotoperiodista Borella, entusiamado por su historia

Desde el primer día, este soldado hecho gala de una fortaleza admirable. Por eso, el fotoperiodista italiano Federico Borella quiso documentar cómo rehacía su vida tras una experiencia tan traumática, cómo una persona que ha sufrido este tipo de lesión, lo acepta y se recupera de la pérdida.

"Para mí siempre ha sido particularmente difícil de entender plenamente el hecho de que alguien vaya a la guerra, vaya a la primera línea y ponga su propia vida en riesgo por su país", asegura Borella. "Siempre fue algo que picó mi curiosidad, y muchas veces me he preguntado si yo sería capaz de hacer lo mismo".

En 2013, Borella contactó con Nicely a través de Facebook. Tras que este aceptara, Borella entró en la rutina diaria de Todd con suavidad pero con firmeza. Los dos hombres congeniaron con rapidez, ya que son de la misma edad y tenía gustos comunes:los videojuegos, la música rock y metal, Limp Bizkit y Eminem.

El fotógrafo visitó Nicley dos veces en dos años, dos semanas cada vez: en abril de 2014, se alojó en un motel a unas pocas millas de la casa del soldado, y un año más tarde, ya se quedó en casa del Marine. Volver a aprender a hacerlo todo

Según pasa el tiempo, la vida diaria de Nicley ha mejorado notablemente. Da paseos en bote, viaja a menudo y asiste a eventos de caridad, sobre todo a los destinados la recaudación de dinero para otros veteranos heridos.

Después de divorciarse de su esposa hace más de un año, también se ha embarcado en una nueva relación. "Solo se trata de volver a aprender cómo hacer las cosas", dice. "Algo que yo no podía hacer hace un año, ahora puedo hacerlo por mí mismo".

"Si [las fotos] pueden inspirar a una sola persona a levantarse y probar algo, entonces creo que han hecho su trabajo", concluye Nicely.

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