Obama otorga a fotógrafo chileno "Medalla de las Humanidades" de 2012

  • Camilo José Vergara, un fotógrafo chileno que se metió de lleno a documentar la vida en las barriadas más pobres de EE.UU., recibió hoy de manos del presidente de este país, Barack Obama, la "Medalla de las Humanidades" de 2012 y, en entrevista con Efe, aseguró que eso le da orgullo pero no alterará su misión de vida.

María Peña

Washington, 10 jul.- Camilo José Vergara, un fotógrafo chileno que se metió de lleno a documentar la vida en las barriadas más pobres de EE.UU., recibió hoy de manos del presidente de este país, Barack Obama, la "Medalla de las Humanidades" de 2012 y, en entrevista con Efe, aseguró que eso le da orgullo pero no alterará su misión de vida.

Vergara se convirtió hoy en el primer fotógrafo en recibir este galardón, junto a otras once celebridades, durante una ceremonia en el Salón Este de la Casa Blanca.

En total, Obama otorgó doce "Medallas de las Humanidades" y otras doce "Medallas de las Artes" por extensas contribuciones a ambos campos.

Obama señaló que los galardonados "han creado un nuevo espacio y eso se convierte en una contribución duradera a la vida de EE.UU.", además de que han contribuido a tender puentes y a "reconocer todo aquello que compartimos como estadounidenses, ya sea en las artes, humanidades o deportes".

"Para mí este premio significa que el país adonde vine en 1965 no solo me acepta sino que me abraza. Es una aceptación efusiva, que el presidente mismo me dé un abrazo y me diga 'sigue con tu trabajo, el trabajo tuyo es importante para este país'", dijo Vergara, tomado de la mano por su hija, Virginia Inés.

Sobre la vertiente que escogió para su trabajo desde hace más de cuatro décadas, Vergara explicó que ha querido plasmar el declive -o en algunos casos, el renacimiento- de las comunidades más pobres y marginadas en zonas urbanas de Estados Unidos.

Aunque inicialmente se inspiró en las tradiciones de grandes maestros como Helen Levitt, Walker Evans y Henri Cartier-Bresson -que centraban sus obras en la figura humana-, Vergara encontró su camino en todo el quehacer de los barrios pobres de EE.UU.: sus vetustos edificios, y la cultura de sus calles.

Desde su formación como sociólogo, dijo, le atrajo la idea de documentar "cosas que ahora están en ruinas, que tienen un significado muy distinto, pero que antes le daban mucho orgullo a la gente" y, sobre todo, entender "por qué está pasando esto".

"Mi énfasis tiene más que ver con el tejido urbano y me interesa ver cómo esto está cambiando, no meterme en cómo se arregla o mejora, sino poder contar la historia... ya hay organizaciones en esos lugares para enmendar las cosas", enfatizó.

"Quiero que la gente vea, entienda... esto es parte del récord de la historia. Hay muchos fotógrafos que toman fotografías bonitas; éstas solo dan placer, pero no reflejan la historia de un lugar", explicó Vergara, ganador de la prestigiosa beca MacArthur en 2002 y ampliamente conocido en museos y sociedades históricas.

La técnica de Vergara, conocida en sus círculos como "refotografía", se destaca por su afán en tomar imágenes de un mismo lugar a través de los años, para plasmar sus cambios o continuidad en el tiempo.

Su trayectoria le ha llenado el saco de incontables anécdotas y, entre risas, Vergara recordó la vez que se trepó a tomar fotos del techo de un edificio en el sector neoyorquino de Brooklyn y se topó "con dos policías apuntando sus pistolas".

"'¿Qué estás haciendo aquí?' me dijeron. Pensaron quizá que estaba vendiendo crack o que estaba probando algún mortero, porque a veces (los delincuentes) van a los techos a ver si funcionan (sus armas)", recordó el fotógrafo.

Por otra parte, Vergara expresó su agradecimiento por personas que pusieron una fe ciega en su trabajo, "dándome un lugar donde dormir, donde comer, prestándome un auto", aún sin tener idea certera de su rumbo futuro.

Una de sus misiones, según explicó, es precisamente iniciar un diálogo con "distintos lugares" que acojan todo su archivo documentalista.

Pese a conseguir un galardón de la Casa Blanca que pocas personas logran en su vida, Vergara afirmó que no piensa en proyectos a futuro y que seguirá su "trabajo de siempre".

"Esto puede parecer aburrido porque yo sigo haciendo lo mismo, así es que no voy a hacer ningún descubrimiento ni ninguna otra cosa. A lo mejor descubro algo en alguna de mis fotos", bromeó.

"Solamente espero seguir con lo que estoy haciendo; no voy a hacer ningún cambio dramático. Mientras más años siga en esto, más interesante va a ser el trabajo", dijo ya en tono serio.

Preguntado sobre cómo ha mantenido su acento chileno -nació en 1944 en Rengo, a 114 kilómetros al sur de Santiago- Vergara se ríe otra vez y cuenta cómo, al visitar su país nativo, siempre lo confunden con un argentino.

"Es curioso que estén siempre llenos de preguntas (sobre su origen)... no me consideran hijo pródigo", señaló Vergara.

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