El Ayuntamiento de València plantea cambiar el nombre dado a 51 calles de la ciudad en época franquista

  • Tello trasladará la propuesta a la Comisión de Cultura del jueves y dice que la idea es "reconciliar" la capital "con la legalidad"
El Ayuntamiento de València plantea cambiar el nombre dado a 51 calles de la ciudad en época franquista
El Ayuntamiento de València plantea cambiar el nombre dado a 51 calles de la ciudad en época franquista
EUROPA PRESS
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El Ayuntamiento de València plantea cambiar el nombre dado a 51 calles de la ciudad en época franquista para adaptar su denominación a lo recogido en la Ley de Memoria Histórica y, con el mismo fin, propone "resignificar" el nombre de otros cuatros enclaves --dos plazas, una calle y una avenida-- para modificar en sus respectivos expedientes administrativos las razones por las que se decidió denominarlos de ese modo, dado que también contravienen esa normativa.

Así lo ha indicado este lunes la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, en la rueda de prensa que ha ofrecido para dar a conocer esta iniciativa. La edil planteará este cambio en la Comisión de Cultura que el consistorio celebrará el próximo jueves a través de una propuesta de acuerdo que formulará su departamento.

Tras ello, si prospera, se iniciará "el dictamen previo" que se trasladará a la Junta de Gobierno Local para que se adopte la resolución definitiva, dado que es este órgano quien debe aprobar y ratificar el cambio, como ha explicado Tello. La responsable municipal ha explicado que la competencia de dar nombre a las calles depende de los ayuntamientos y que es el primer edil quien delega en la Junta de Gobierno Local para que se haga efectiva.

Glòria Tello ha afirmado que con los cambios y la "resignificación" planteadas se pretende "reconciliar València con el pasado, el presente, el futuro y con la legalidad" ya que la ciudad estaba "fuera de la ilegalidad" y era necesario "aplicar con rigurosidad la Ley de la Memoria Histórica" después de "casi diez años desde su aprobación".

"La ciudadanía tiene derecho a que la vía pública sea un lugar de encuentro y no de enfrentamiento", ha agregado la concejala, que ha expresado el "máximo respeto a la ley". "Queremos ser escrupulosos y legales", ha manifestado. Asimismo, ha destacado que el proceso llevado a cabo para determinar las calles que se modificarán se ha hecho "con el máximo respeto al pluralismo y la ley", "con todas las garantías", "toda la rigurosidad" y "contando con la visión académica de la Universitat de València".

El Aula de Historia y Memoria Democrática de esta institución académica ha sido la encargada de realizar el estudio en el que se proponen los 51 cambios de nombre y las cuatro resignificaciones. Entre las modificaciones está el de la avenida Barón de Càrcer, que pasaría a llamarse Del Oeste; la calle Castán Tobeñas, que sería calle de la Democracia; la calle Doctor Beltrán Bigorra, que pasaría a llamarse Alejandra Soler en recuerdo a la maestra republicana, y la avenida de General Urrutia, que sería con el cambio Amado Granell, en homenaje al capitán valenciano que participó en la liberación de París.

RECUPERAR DENOMINACIONES

Tello, que ha apuntado también que los cambios se han planteado "desde la transversalidad y la máxima participación", ha expuesto que han sido siete los "pilares" en los que se ha asentado su propuesta. En primer lugar, ha dicho que se ha tenido en cuenta "la recuperación de denominaciones antiguas y aún reconocidas como los ciudadanos", como es el caso de la avenida del Oeste, y en segundo, "el listado de nombres acordados por el Consell Municipal de la Dona" para "aumentar el porcentaje de nombres de mujeres" en las calles de València.

La edil ha apuntado que en este caso se enmarca la propuesta de sustituir la actual calle Amado Granell --que pasará a General Urrutia para darle más visibilidad-- por Manuela Solís Claràs

--ginecóloga--; General Barroso, para el que se ha planteado Jerónima Galés --impresora-- y la nueva de Alejandra Soler.

La titular de Patrimonio y Recursos Culturales ha señalado que en tercer lugar se ha tenido en cuenta "el dictamen emitido por la Comisión de Cultura y los acuerdos de las Juntas de Distrito aprobados en anteriores legislaturas" para cambiar algunos nombres. Ha apuntado que en este caso se encuentra la calle Doctor Marco Merenciano, que pasaría a ser Félix del Río --activista vecinal--.

En cuarto lugar se han atendido para hacer la propuesta las peticiones hechas "en el servicio municipal de Recursos Culturales por parte de la ciudadanía" como el cambio de la calle Gual Villabí por Agustí Centelles Ossó --fotógrafo--. Asimismo, en quinto lugar se ha planteado la posibilidad de reconocer a quienes "han engrandecido nuestro patrimonio o dignificado nuestra ciudad", ha resaltado Tello.

La edil ha manifestado que en este caso están la Plaza del Grupo Parpalló, que sustituiría a la plaza del Profesor López Ibor; Francisco Javier Goerlich Lleó --arquitecto--, que pasaría a ocupar el lugar de la calle Francisco Dolz, y la plaza Equipo Crónica, que sustituiría a la de Francisco Bosch i Ariño. Por otro lado, en sexto y séptimo lugar se ha tenido en cuenta la idea de dar a calles nombres de actividades o valores como Cultura, Solidaridad, Democracia, Poesía, Literatura, Cine o Fotografía.

CONVIVENCIA DURANTE DOCE MESES

Glòria Tello, que ha considerado que las nuevas placas podrían comenzar a verse a partir del verano, ha explicado que si se aprueba la propuesta los nombres antiguos y los nuevos convivirán en las calles durante doce meses para garantizar el periodo de adaptación y "evitar molestias a los vecinos".

La edil, que ha agradecido la colaboración de la Federación de Asociaciones de Vecinos para abordar este proceso de cambio, ha resaltado que se enviarán notificaciones a todos los empadronados y a los organismos y comercios ubicados en las vías afectadas.

Preguntada por si teme que pueda pasar como en Alicante, donde los cambios de calles tuvieron que ser revertidos tras el cambio, Tello ha dicho que en València se ha ido "más lento" para "ir más seguros" y "trabajar desde la rigurosidad", siguiendo "criterios académicos" y el "procedimiento administrativo que corresponde". En cuanto al coste de los cambios, ha comentado que el informe de la Universitat ha costado 17.000 euros y que la sustitución de placas entra dentro de las partidas municipales ordinarias y ya previstas.

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