LOS HUMANOS CONTAMINARON EL PRIMER RÍO HACE 7.000 AÑOS

La contaminación industrial puede parecer un fenómeno moderno, pero un equipo internacional de investigadores ha descubierto que la primera contaminación de un río ocurrió hace aproximadamente 7.000 años, en plena Edad del Cobre y con las primeras etapas del desarrollo de la metalurgia a manos de los humanos neolíticos.
Se trata de un río de la región de Wadi Faynan (sur de Jordania), donde Russell Adams, del Departamento de Antropología de la Universidad de Waterloo (Canadá), y sus colegas hallaron pruebas de contaminación temprana causada por la combustión del cobre.
La investigación, publicada en la revista ‘Science of the Total Environment’, arroja luz sobre un momento decisivo en la historia, cuando los seres humanos comenzaron a pasar de hacer herramientas de piedras a hacerlas de metal. Este periodo, conocido como la época calcolítica o de cobre, es transitorio entre el Neolítico tardío o Edad de Piedra y el comienzo de la Edad de Bronce.
"Estas poblaciones estaban experimentando con fuego, experimentando con cerámica y experimentando con minerales de cobre y estos tres componentes forman parte de la producción temprana de metales de cobre a partir de minerales", apunta Adams, quien añade: "La innovación tecnológica y la difusión de la adopción y el uso de los metales en la sociedad marcan el comienzo del mundo moderno".
Los humanos crearon el cobre en ese momento combinando el carbón de leña y el cobre azul-verde encontrado en abundancia en esa zona de Jordania en los crisoles de cerámica o recipientes y calentando la mezcla sobre un fuego. El proceso requería tiempo y mano de obra intensiva y, por esta razón, llevó miles de años antes de que el cobre se convirtiera en una parte central de las sociedades humanas.
“LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL”
Muchos de los objetos creados en la primera fase de la producción de cobre fueron principalmente simbólicos y cumplieron una función social dentro de la sociedad. Lograr objetos raros y exóticos era una manera en la que los individuos alcanzaban prestigio.
Con el paso del tiempo, las comunidades de la región crecieron y la producción de cobre se expandió. La gente construyó minas y después grandes hornos de fundición y fábricas, allá por el año 2.600 antes de Cristo. "Esta región es el hogar de la primera revolución industrial del mundo", subraya Adams.
Sin embargo, los investigadores apuntan que los humanos neolíticos pagaron un alto precio por el aumento de la producción de metales porque se mantuvo la escoria (producto residual de la fundición), que contenía metales como cobre, plomo, zinc, cadmio e incluso arsénico, mercurio y talio. Las plantas los absorbieron, las personas y animales como las cabras y las ovejas los comieron, y, por lo tanto, los contaminantes se bioacumularon en el medio ambiente.
Adams cree que la contaminación de miles de años de la minería y la producción de cobre pudo desencadenar problemas generalizados de salud en las poblaciones antiguas, con efectos como la infertilidad, las malformaciones y la muerte prematura. Los investigadores hallaron altos niveles de cobre y plomo en los huesos humanos que datan de la época romana.

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