Chile inicia las Fiestas Patrias con mayor seguridad y atención a los excesos

  • Las fiestas patrias chilenas, que comienzan hoy con sus tradicionales fondas y ramadas, son sinónimo de empanadas y cuecas, de chichas y choripanes, una celebración de grandes excesos que este año serán frenados con medidas de seguridad más restrictivas.

Cristina García Pérez

Santiago de Chile, 17 sep.- Las fiestas patrias chilenas, que comienzan hoy con sus tradicionales fondas y ramadas, son sinónimo de empanadas y cuecas, de chichas y choripanes, una celebración de grandes excesos que este año serán frenados con medidas de seguridad más restrictivas.

El 18 de septiembre se recuerda la instauración, en 1810, de la primera Junta de Gobierno, que dio inicio al proceso de independencia de la Corona de España y que culminó en 1818, mientras que el día 19 se celebra el Día de las Glorias del Ejercito.

Bajo este pretexto histórico, este miércoles se inauguró la Gran Fonda Oficial, en el Parque O'Higgins en la capital chilena, donde la presidenta Michelle Bachelet acudió como es tradición a compartir y bailar cueca para dar el vamos a la festividad.

"Hoy que celebramos los primeros pasos de nuestra Independencia podemos sentirnos orgullosos de nuestra herencia, de nuestra historia y de la nación que hemos construido juntos", señaló la mandataria en un breve discurso antes de bailar un pie de cueca (baile nacional) con su hijo Sebastián Dávalos.

Una fiesta que mantiene algunas rutinas, como el masivo éxodo de vehículos de la capital que este año se estima en 390 mil coches, y que trae algunas novedades en el ámbito de la seguridad y el control ciudadano

En este sentido, la Ley Emilia, promulgada esta semana, elevará las penas para el delito de manejo en estado de ebriedad, lo que sin duda frenará a más de uno en el consumo excesivo de alcohol.

Otra opción para aquellos que permanezcan hasta altas horas de la madrugada zapateando en las fondas será una mejorada oferta de transporte público que permitirá un traslado seguro hacia lugares emblemáticos y comunas, según aseguró el gobierno.

Chile aún mantiene presente el atentado sufrido la pasada semana en el Metro de Santiago donde 14 personas resultaron heridas por la explosión de una bomba, pero no por ello quiere perder el halo de celebración que envuelve sus tradicionales fiestas patrias.

El centro neurálgico del evento son las fondas y ramadas, locales levantados para la ocasión donde se sirven abundantes asados, cañas (vasos grandes) de chicha (bebida obtenida mediante la fermentación de la uva) y mucho pisco (destilado de uva).

En el sísmico país austral no faltan tampoco durante las fiestas los populares "terremotos", potentes combinados elaborados con vino blanco "pipeño", fernet y helado de piña,que en grandes cantidades produce a los valientes una sensación de inestabilidad similar al temblor de tierra.

Entre la variopinta oferta establecimientos se encuentra la "Fonda Hereje", fundada por la Sociedad Atea de Chile, que ofrece con humor a los visitantes choripanes talibanes, rabinos tintos y blancos o terremotos-apocalipsis.

No abrirá por primera vez desde su creación la exitosa "Yein Fonda", fundada en 1996 por el grupo musical chileno Los Tres, lo que coincide con la retirada de la presentación de Chico Trujillo, la más famosa banda de ritmos tropicales de Chile, en el centro de eventos Chimkowe por motivos de agenda.

Entre los actos oficiales, este miércoles la presidenta promulgó una ley que instaura la "rayuela" (competición con pesados tejos que hasta ahora reinaba sólo en quintas de recreo, chicherías y otros tugurios y que parte de la sociedad consideraba "de rotos y borrachos") como deporte nacional.

El jueves, Bachelet, junto a su gabinete ministerial, encabezará el tradicional Te Deum de Acción de Gracias en la Catedral Metropolitana, que se celebra en Chile desde 1811 para conmemorar el primer aniversario de la Primera Junta Nacional de Gobierno y que tiene un carácter ecuménico, con la presencia de representantes de numerosos credos religiosos, incluidos judíos y musulmanes.

Por la tarde, Bachelet asistirá a la también tradicional gala del Teatro Municipal de Santiago, que este año ya no consistirá en la representación de una ópera, sino en un concierto sinfónico-coral con una selección de obras de Luis Advis, Alfonso Leng, Sebastián Errázuriz, Vicente Bianchi, Enrique Soro, Jorge Arriagada y Sergio Ortega, entre otros autores chilenos.

Una amalgama de posibilidades de celebración que se extienden desde el árido desierto de Atacama a las frías tierras del sur de Chile, pero en esta ocasión con una mayor vigilancia a los excesos.

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