La autobiografía narra la historia de este guitarrista que durante la presidencia de Salvador Allende participó en el Tren Popular de la Cultura y en otros proyectos para llevar la música docta a las capas populares. Por ello, fue amenazado por la dictadura del general Pinochet y debió partir al exilio en Barcelona, donde vive desde entonces y dirige el Certamen Llobet de guitarra.
Asimismo, entre 1990 y 1996, organizó el Festival Internacional de Guitarra de Chile y durante el mandato del presidente Patricio Aylwin fue embajador cultural de Chile. En 2010, fue el primer latinoamericano que obtuvo la Medalla de Honor de la Ciudad de Barcelona y en 2015 el Gobierno de Chile le otorgó la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda.
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