Juan Madrid reivindica la "memoria antifranquista" en 'Perros que duermen', un "homenaje" a sus padres

  • El escritor Juan Madrid reivindica la "memoria de la lucha antifranquista" en la novela 'Perros que duermen' (Alianza Editorial), que es asimismo un "homenaje" a sus padres, según ha destacado este martes 9 de mayo durante un encuentro con los medios.
Juan Madrid reivindica la "memoria antifranquista" en 'Perros que duermen', un "homenaje" a sus padres
Juan Madrid reivindica la "memoria antifranquista" en 'Perros que duermen', un "homenaje" a sus padres
EUROPA PRESS
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Esta novela, que abarca desde el Madrid siniestro de la Guerra Civil hasta la actualidad, cuenta la historia del periodista y escritor Juan Delforo, hijo de padres republicanos, quien en 2011 recibe el legado del comisario Dimas Prado, un falangista que le ha protegido. El relato salta a las calles de Burgos en 1938, donde este comisario investiga un asesinato, y de nuevo a Málaga en 1945, cuando el padre del protagonista, Juan Delforo, fue condenado a muerte.

Juan Madrid reconoce que 'Perros que duermen', que llega a las librerías este jueves 11 de mayo, tiene algo de ajuste de cuentas. "Cada novela es una especie de venganza de la gente que se ha reído de ti, de quien dice que no vas a escribir", ha señalado el escritor, quien en este caso se revela contra el discurso que no es el suyo, que fue "impuesto durante 40 años y que es el dominante hoy".

"Los discursos políticos han fracasado pero no como ellos dicen, sino de otra manera. Sin embargo, sigue vigente la lucha por la democracia real y por la conquista de la memoria. No podemos vivir sin esa memoria de lucha antifraquista", ha dicho.

Preguntado por el relato de la transición, el escritor, historiador y periodista está convencido de que fue "un pacto de las élites" con la misma base para "evitar" la posibilidad de las fuerzas de la izquierda, un "falso olvido impuesto" ante el que "no hay discusión posible".

Para Juan Madrid, el motivo por el que España sigue votando y aceptando a "un partido corrupto como ninguno" que "hace lo que quiere" es porque existe un "sufrimiento generacional que ha pasado de padres a hijos", por el que los progenitores no querían que sus hijos fueran republicanos para que no les pasara lo mismo que a ellos.

Este es un "homenaje" a sus padres, un ingeniero que se negó a aceptar los preceptos del franquismo para poder trabajar, motivo por el que durante un tiempo su familia vivió en un entorno de clase baja, y una madre que hablaba de feminismo y del clima de libertad de la Segunda República. Sin embargo, ha matizado que sus referencias van más allá y se sirve de sus conocimientos académicos como profesor de Historia.

No obstante, ha señalado que no ha querido ser "parcial" y de hecho ha destacado que trata "muy bien" a los personajes falangistas, "igual que al resto". "No son esquemáticos, los esquemas se los dejo a ellos. No hago esquemas de historias que merecen la pena", ha subrayado.

REALISMO Y ENTRETENIMIENTO

El autor ha señalado que en sus relatos siempre ha pretendido que se entienda todo y ha asegurado que huye "como de la peste" de la "prosa posmoderna", al tiempo que ha reivindicado la función de entretenimiento y el realismo, "no como un ejercicio de lenguaje sino como una propuesta para mirar el mundo".

Juan Madrid sufrió hace poco tiempo un derrame cerebral del que se ha recuperado casi totalmente, e incluso presume de no llevar bastón, aunque muestra su preocupación por la memoria, que aunque no ha desaparecido sí se ha visto afectada, y sin la que, según ha asegurado, "no se puede escribir".

Según ha afirmado, mantiene la misma capacidad de contar cuentos que cuando era pequeño. Entonces decidió, con apenas seis o siete años, que de mayor iba a convertirse en escritor. Licenciado en Historia, Juan Madrid (Málaga, 1947) se adentró en el periodismo en el año 1973 y en su trayectoria como escritor figuran más de 40 obras, algunas de las cuales han sido adaptadas al teatro ('Viejos amores') o al cine ('Días contados').

Su capacidad de relatar es, asimismo, una de sus mayores virtudes y, según ha confesado, las parejas de la madre de sus hijos no han logrado superarle en su habilidad para contar historias, tal y como aseguraron sus hijos cuando eran pequeños, quienes acudían con varios compañeros de colegio a escuchar sus ficciones.

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