Las víctimas ponen rostro a las crisis humanitarias de Palestina, Níger, Etiopía y Colombia en una muestra en Valladolid

Las víctimas ponen rostro a las crisis humanitarias de Palestina, Níger, Etiopía y Colombia en una muestra en Valladolid
Las víctimas ponen rostro a las crisis humanitarias de Palestina, Níger, Etiopía y Colombia en una muestra en Valladolid
EUROPA PRESS
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Organizada por Médicos sin Fronteras y la Universidad de Valladolid (UVA), la exposición lleva de viaje al visitante hasta esos cuatro territorios de la mano de las fotografías de Juan Carlos Tomasi y de las palabras de cuatro de los escritores a los que la ONG llevó hasta esos lugares para poner palabras a su olvido: Martín Caparrós, Santiago Roncagliolo, Laura Restrepo y Manuel Rivas.

La primera de las paradas de la muestra, que exhibe 40 fotografías, tiene los territorios palestinos como escenario; allí, niños juegan al fútbol en un entorno arrasado por la violencia, de calles derruidas y desiertas y en el que, entre otra ayuda, Médicos sin Fronteras presta atención a problemas relacionados con la salud mental de las víctimas.

'Las Víctimas de las víctimas' es el título del relato que el premio Planeta Latinoamérica Martín Caparrós escribió durante su estancia en Hebrón en 2014, que como el resto de los trabajos que se contemplan en Valladolid fueron publicados en El País Semanal en el marco del proyecto 'Testigos del Olvido', del que formaron parte otros escritores como Mario Vargas Llosa, Laura Esquivel, Juan José Millás o Manuel Vicent.

'El Alma de Bouza' viaja, de mano de Santiago Roncagliolo, hasta Níger, país que padece un problema de desnutrición infantil crónico que, entre cosechas y en época de lluvias, se agrava por la malaria, momento en el que los índices de desnutrición y de mortalidad se "disparan".

Las fotos de Tomasi se detienen en sus aldeas, en el transporte del agua, procedente de las lluvias, así como en las viviendas de sus pobladores, en el interior de una mezquita y en niños y familias de un distrito rural del sur del país, desde el que 'Testigos del Olvido#2' viaja a Etiopía con la colombiana Laura Restrepo.

La atención al parto centra tanto las fotografías exhibidas como parte de la atención que Médicos sin Fronteras presta en ese país, en el que cada 40 minutos muere una mujer durante el embarazo o el alumbramiento y en el que los ríos y las lluvias dificultan el acceso a la escasa atención médica disponible, como se plasma en las instantáneas que plasman a sus gentes y a niños trabajando.

La última parada del viaje tiene como destino la cordillera del Cauca, en Colombia, país en el que más de cinco millones de personas se han visto forzadas a vivir fuera de sus localidades como consecuencia de la violencia y al que el escritor gallego Manuel Rivas se desplazó en 2014.

Los colegios han sido, en aquella zona, objetivo de los ataques del conflicto armado que en las últimas décadas ha asolado el país, y sus escolares, víctimas de una situación con la que han aprendido a vivir en un lugar de salida del mercado de la droga y que tiene de nuevo en la salud mental uno de los principales puntos de atención de la ONG.

SU "DIGNIDAD"

Juan Carlos Tomasi lanza una mirada "muy especial y muy respetuosa" a las víctimas de esas crisis, según la responsable de prensa de la ONG, Blanca Tejero, quien ha incidido en su objetivo de "abrir ventanas a otras realidades", al día a día y a la cotidianidad de los beneficiarios de sus proyectos en distintas partes del mundo.

Esta labor tiene siempre presente, ha recalcado, las situaciones de extrema vulnerabilidad y a las víctimas de pandemias, migrantes o refugiados, que en la actualidad son destinatarios de más de la mitad de su trabajo, según Tejero, quien se ha referido también a la "dignidad" de todos los protagonistas de la muestra.

Un vídeo de 15 minutos de duración completa la muestra, que según el vicerrector de Relaciones Internacionales y Extensión Universitaria de la UVA, José Ramón González, compila imágenes "de belleza impresionante" a la vez que terribles por el contenido y está abierta tanto a la comunidad universitaria como a los ciudadanos.

"Hay que aprender a ver las cosas (...) Mirar es el primer paso para hacernos cargo de la realidad", ha destacado antes de precisar que la Universidad tiene como misión formar en capacidades para el empleo pero también en capacidades personales.

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