Donna Tartt llega con "El jilguero",un fenómeno literario hipnótico e intenso

Donna Tartt

Carmen Sigüenza

Madrid, 25 mar.- Son más de mil páginas, pero "El Jilguero", la novela de la estadounidense Donna Tartt, un fenómeno de ventas en su país que llega a España, es una de las lecturas más hipnóticas de la narrativa actual, un Oliver Twist del siglo XXI que reivindica "la belleza y el arte como tabla salvadora".

"El jilguero", a pesar de que habla del sufrimiento humano, de la fatalidad del destino, de la pérdida, de la destrucción de la cultura, del plagio de las obras de arte o del desafecto y violencia familiar, es un obra llena de luz, un poema largo tejido minuciosamente sobre la belleza y las relaciones humanas.

Publicada por Lumen, "El Jilguero", es un novelón moderno, que ha sido calificado por algunos críticos como el posible primer clásico del siglo, y en el que la autora invirtió diez años de escritura a mano; una historia de un hombre joven que comienza en Amsterdam recordando la desgracia que le ha perseguido en su corta vida.

Donna Tartt (Greenwood, Mississippi, 1963), que está en Madrid para presentar su novela, ha explicado a Efe que se puso a escribir sin saber qué cuadro iba a tomar para su narración, y que escogió "El Jilguero", una obra que ha sido considerada como el eslabón perdido entre Rembrant y Vermeer, por la imagen de condena del pájaro.

Porque la pesadilla del protagonista comienza con una explosión en el Museo Metropolitan de Nueva York, donde estaba hace diez años junto a su madre visitando una exposición de Obras Maestras del Siglo de Oro. Por circunstancias, el chaval se vio solo con un cuadro entre las manos que era una joya del siglo XVII, "El jilguero", de Carel Fabritus.

El cuadro muestra un jilguero sobre un fondo pálido y liso encadenado con una pata a la percha sobre la que estaba posado.

La narración que está llena de ideas, filosofía y acontecimientos, recorre Nueva York, las Vegas y Amsterdam, y es también una novela de iniciación que habla de la infancia desdichada y la escasas segundas oportunidades en clave de ficción.

"El relato es mucho más eficaz que dos volúmenes de filosofía, ya lo dice la Biblia cuando Jesús trata de explicar un capítulo difícil de la vida y no lo entienden y para ello les cuenta una historia. La ficción es una catarsis, como lo definió Aristóteles y las tragedias griegas", subraya la autora de "El secreto" (1992) y "Un juego de niños" (2002).

Para Dona Tartt, una escritora singular, que dice que no quiere leer las críticas y que colocó "El jilguero" en el número uno de los más vendidos del The New York Times desde que salió a finales de 2013, "hay una intensidad y una belleza en la vida que solo se puede alcanzar a través del arte. A mí eso me ocurre con la escritura, la narración y la poesía", dice.

"El jilguero" es una narración clásica en cuanto a la estructura pero no así en cuanto a los detalles", advierte su autora. "Hablar hoy de cuestiones filosóficas es algo experimental, porque la gente no lo hace. La gente quiere tranquilidad, novelas tranquilas y monótonas, por ejemplo, sobre un matrimonio que va mal".

"Existe la idea que la novela no es lugar para la reflexión, lo cual no es cierto", añade.

Una idea que apoya con otro pensamiento: "además hoy la gente desconfía de la belleza. Hoy no se admira y se piensa que algo no va bien cuando las cosas son bellas, algo nuevo en la historia de la humanidad".

"Hoy parece que el arte tiene que ser feo y deconstruido -recalca- y una novela un montón de palabras desvinculadas; pero eso no es, la novela no es algo científico, no es una nave que tenga que llegar a la luna, tiene que llegar a otros sitios; no es ciencia es arte".

Melville, Nabokov, Virginia Woolf, Dickens, Dostoiesvki, Fitzgerald...estos son algunos de los autores con los que esta autora ha fraguado su árbol literario. Una mirada sobre la humanidad más cruda y desnuda, con niños solos sin rumbo, sin saber donde ir y sin afecto, con drogas y alcohol para mitigar el dolor.