El románico sigue inspirando a Badía y Gómez en "La cruz de Saraís"

  • Jose Oliva.

Jose Oliva.

Barcelona, 20 oct.- A partir de una extraña cruz, que corona una remota iglesia románica del Valle de Boí (Lleida), telón de fondo de una historia que gravita entre Bangkok, Lisboa, Barcelona y Uganda, los autores Jordi Badía y Luisjo Gómez continúan la historia de intriga y misterios históricos que ya iniciaron en su primera novela, "El legado del valle"

Esa cruz, real, como señala en declaraciones a Efe Jordi Badía, es "el símbolo de una misión iniciada en la Edad Media y mantenida en secreto durante el último milenio: en la batalla de Arsuf, en el sitio de Montségur o en la Francia prerrevolucionaria".

En "La cruz de Saraís" (RBA), el sargento de policía Ramon Palau, mientras estira el hilo de un extraño suicidio en Barcelona, se enfrenta a un enigma que relacionará con una serie de crímenes recientes los cuales giran alrededor de un misterioso legado que ha pasado de portador en portador a lo largo de los siglos.

Y, casi sin darse cuenta, la investigación y el amor de una mujer lo pondrán en el punto de mira de unos fanáticos, las "sombras", para los que la religión no es más que una carta marcada en el juego del poder.

Los dos autores confiesan que su único propósito es "entretener" y advierten de que, si bien "La cruz de Saraís" es la segunda parte del "thriller" histórico-conspirativo "El legado del valle", este segundo libro "puede leerse de forma independiente".

El lector de la primera parte, señalan, encontrará a algunos de los personajes de aquella primera entrega y hallará el mismo "centro de gravedad", el Valle de Boí.

Gómez aclara que este protagonismo de Boí no determina que la novela sea localista, pues la acción lleva al lector a Uganda, Bangkok o Lisboa.

Al igual que en la primera, precisa Badía, "la novela se estructura en dos partes: una primera en la que se alternan la trama histórica y la contemporánea del policía, y una segunda, trepidante, ya situada en el tiempo actual".

Aseguran que la documentación de la novela les llevó años, porque les gusta mucho "contrastar no sólo los temas históricos que salen a colación en el libro, sino también cuestiones puntuales de la historia del arte, de medicina, de la sociedad", que consultan con especialistas en cada materia y que sirve de base para construir la ficción.

El último propósito de ambos autores es construir "novelas de personajes" que se mueven en un telón de fondo histórico y por eso dotan a las historias de "credibilidad".

"Nos hemos montado enigmas para construir una historia de ficción, pero en realidad son enigmas que están ante los ojos de cualquiera", apuntan los autores.

Si en "El legado del valle", Badía y Gómez lanzaron una hipótesis sobre una extracción que hubo en el famoso pantócrator de Sant Climent de Taüll (Lleida), "una hipótesis tan documentada que hoy se está investigando en la universidad", en la segunda novela la cruz a la que alude el título es "una extraña cruz de ocho brazos".

La misma fue descubierta en las fotos que habían hecho de la iglesia de Sant Llorenç de Saraís cuando las descargaron en el ordenador y que no habían visto en la visita a Saraís.

Badía, que es empresario relacionado con el sector de servicios, y Gómez, el cual ejerce como abogado penalista, no se consideran escritores profesionales, sino "autores de dos libros" y continúan ejercitando la labor a cuatro manos en sus tiempos libres y en los encuentros semanales que mantienen como amigos de la infancia.

Aún caliente la edición de "La cruz de Saraís", la pareja de autores prepara ya una tercera novela en la que continuarán con el mismo policía, el sargento Ramon Palau, y el abogado Feliciano Marest, pero, apuntan, "será una novela más negra que histórica y ya no saldrá el Valle de Boí".

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