Escritores españoles incitan a la lectura para ser inteligentes

  • Un grupo de autores españoles que asiste a la X Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, incitó hoy a leer para ser inteligentes durante un coloquio con estudiantes universitarios.

Panamá, 21 ago.- Un grupo de autores españoles que asiste a la X Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, incitó hoy a leer para ser inteligentes durante un coloquio con estudiantes universitarios.

"Quien lee es inteligente, el que no, no lo es", afirmó tajante el escritor J.J. Armas Marcelo, quien participó en la charla en la Universidad de Panamá (estatal) con los novelistas Jesús Marchamalo, que hizo un repaso de las bibliotecas de autores conocidos, y Marta Robles y Juan Bonilla, que hablaron de sus recientes obras.

Los escritores participan del "Ciclo de Letras de España" que por cuarto año realiza el Ministerio de Cultura de España, el Centro Cultural de España, la Fundación Panamá-España y la Cámara Panameña del Libro, entre otros.

El cuarteto de autores profundizó en las claves de la escritura y defendió el libro de papel frente a las publicaciones digitales.

Armas Marcelo, que anoche superó un rifirrafe en la FIl en la presentación de su novela "Requiem Habanero por Fidel" con unos simpatizantes de Fidel Castro que le acusaron de anticastrista, le sugirió a los estudiantes y profesores que consideren que "leer es un privilegio".

En ese sentido, insistió en que "son más inteligentes los que leen que los que no leen" y que los lectores son importantes para los escritores.

Al autor canario le pareció interesante la posibilidad de un Premio Nobel para los lectores, pero enseguida apuntó que su "peor sospecha" es que de crearse "se lo ganaría un escritor".

Armas Marcelo dijo que esto es así porque los escritores son voraces lectores, al grado de que, indicó, si se dejase abierta y desprotegida a una librería o a la Feria del Libro durante 24 horas a los ladrones de dinero, o de libros, hay el "90% de posibilidades de que estos sean sustraídos en su mayoría por los autores".

"La gente que va a robar libros son escritores, esto es así porque los ladrones de verdad lo que les interesa es la pasta (dinero), y a nosotros nos dejan una librería y nunca vamos a la caja registradora donde está el dinero, no nos interesa", afirmó.

"Vamos como lobos desalmados -añadió- a ver los libros que hay y a llevarnos los mejores debajo del brazo y sin que nos agarren, esa es la vaina".

Marchamalo, por su parte, apoyado en diapositivas hizo un recorrido por bibliotecas de autores como Mario Vargas Llosa, Enrique Vila-Matas, Guillermo Cabrera Infante y Julio Cortázar, entre otros, para indagar en el "misterio atrayente" de estos lugares.

Según Marchamalo, entrar en contacto con una biblioteca "es la mejor manera de conocer a una persona (...) porque hablan de nuestra vida y nuestros desórdenes".

"Los libros hablan de quienes somos, lo que fuimos y lo que quisimos ser", señaló Marchamalo, aunque dijo que siempre hay quien le recuerda "la amenaza de lo virtual".

Autor de una decena de libros, Marchamalo expresó que para él los dos formatos "son compatibles", pero que prefiere el libro de papel porque "aporta algo más a la lectura" y "guardan las huellas de los lectores que nos precedieron".

A su vez, Marta Robles, autora de "Luisa y los espejos" (2013), Premio Fernando Lara de Novela 2013, y Juan Bonilla, I Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa por "Prohibido entrar sin pantalones" (2013), hablaron de sus obras.

Robles dijo que su última novela, que recrea el mito de Don Juan personificado en una mujer de la nobleza y está ambientada en Italia, marca "un antes y un después" en su carrera.

La escritora señaló que más que una novela histórica de amor acerca de su protagonista, Luisa Casati, "trituradora de fortunas" y amante del poeta y dramaturgo Gabriel D'annunzio, es una obra "para la reflexión de que muchos no llevamos la vida que queremos".

Bonilla, por su parte, explicó rápidamente que su novela retrata la historia del poeta revolucionario Vladimir Maiakovski y el discurso de la escuela poética rusa de "los futuristas".

La novela de Bonilla fue elogiada por los otros tres autores como ejemplo de lo eficaz e importante que es una buen primer párrafo, lo que el autor andaluz tomó con un "homenaje no anunciado".

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