Jordi Ortiz aborda los desafíos de la tecnología en el libro de cuentos 'Vorejant els límits'

EUROPA PRESS

A través de 29 cuentos breves divididos en cuatro partes --'Socio', 'Bio', 'Ciber' y 'Meta'--, el lector tendrá que decidir si los numerosos interrogantes que plantean los relatos que conforman el libro tienen respuesta o caen en la categoría del absurdo.

La obra plantea interrogantes como hasta qué punto puede llegar el control de las personas, qué consecuencias tendrá el diseño genético de los hijos y si los ordenadores meditan sobre quién los ha creado.

El libro ha sido reconocido con el Premi Carlemany, convocado por el Govern d'Andorra, Grup62 y la Fundació Enciclopèdia Catalana, con un jurado formado por nueve jóvenes andorranos de entre 14 y 16 años, que destacaron el dilema moral y la intriga narrativa.

"Es un jurado muy especial que tiene que escoger un libro para un público intergeneracional, desde adolescentes hasta sus padres y profesores. Supone todo un reto no decepcionar a tantos lectores", ha explicado el escritor en declaraciones a Europa Press.

SUPERVISAR LA TECNOLOGÍA

Ortiz ha subrayado que los autores de ciencia ficción tienen "la responsabilidad añadida de alertar sobre los futuros indeseables de los avances tecnológicos que la sociedad aún no ve venir".

El autor ha apuntado que la tecnología suele desarrollarse sin tener en cuenta a la sociedad y es utilizada por las élites económicas, militares y médicas: "Las sociedades modernas tienen la obligación de supervisar los avances tecnológicos. No para limitarlos sino para darles el uso colectivo que consideren mejor".

Ha retado a los lectores a reflexionar sobre cada una de las narraciones de 'Vorejants els límits' para completar las historias: "Admiten diferentes interpretaciones y estoy seguro de que no habrá dos iguales".

Ortiz (Barcelona, 1969) es autor de una veintena de títulos --infantiles y de adultos-- como 'Bublub, el peix que no sabia nedar', Premio Contarella de literatura infantil de Ciutadella de Menorca; 'Doble identitat', Premio Ciutat d'Olot de novela juvenil; y 'Gota d'aigua', Premio de narrativa infantil de la Nit Literària de Sant Jordi de Perpignan.

Hizo su primera incursión en la ciencia ficción en 2002 con 'Nigra' (Barcanova), que explicaba la vida y conflictos de las colonias lunares, y volvió a esa temática en 2011 con 'In absentia (Judici a la Terra)', una novela sobre una confederación galáctica que ganó el premio Mallorca de narrativa juvenil.

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