Luis Mateo Díez vuelve a su tierra imaginada de Celama con 'Vicisitudes': "Escribo para la eternidad"

  • El escritor y académico Luis Mateo Díez publica 'Vicisitudes' (Alfaguara), una novela en la que el autor regresa a su tierra imaginada de Celama para hablar de las historias de más de centenares de personajes agrupadas en capítulos breves. "Es una obra ambiciosa, porque escribo para la eternidad", ha señalado en una entrevista con Europa Press el escritor.
Luis Mateo Díez vuelve a su tierra imaginada de Celama con 'Vicisitudes': "Escribo para la eternidad"
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EUROPA PRESS
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"Mis ficciones aspiran a ser intemporales, no hablo de un siglo o de otro, pero es que soy tremendamente ambicioso con la literatura, también como lector. Más ahora que estamos viviendo una trivialización, deriva y rebaja de los retos de ficción", ha señalado el aytor de 'La Fuente de la edad'.

'Vicisitudes' reúne a más de 300 personajes --con nombres tan peculliares como Orencio Semal o Lubina Bernedo, habituales de la imaginería de Díez-- en 84 capítulos, que podrían ser todos "el inicio de una novela distinta" y que se podría resumir en "historias de perdedores".

"Son seres humanos muy frágiles, con muchas inquietudes y una vida interior poderosa, que se enfrentan a una vida llena de adversidades. No quiero escribir sobre triunfadores financieros, por ejemplo, eso lo tenía muy claro, porque son escoria humana", ha aseverado. Las Ciudades de Sombra que ya estaban presentes en otras novelas suyas, incluida Celama, toman un importante protagonismo a lo largo de estas páginas.

"Incluso diría que esos territorios se parecen al interior de sus habitantes, algo oscuro", ha apuntado. Las historias de estas "novelas dentro de una novela" hablan de personas cuya vida cambia de repente a los cincuenta años por tener un presentimiento, otros que han sido abandonados por sus parejas y buscan emprender nuevas aventuras o simplemente que se enfrentan a la enfermedad o la muerte.

"Son personajes complejos, andan perdidos y desamparados y, en el fondo, vienen a decir que nos rompemos con mucha fragilidad", ha indicado Díez, quien reconoce tener "una mirada compasiva" con todos sus personajes. "Los quiero mucho, hasta a los más tacaños, huidizos o con recovecos, porque el trasfondo del ser humano siempre es de bondad", ha aseverado.

REALISMO IRREALISTA

El académico reconoce que se siente a gusto con el realismo en las novelas, pero "un realismo irrealista". "Muchos autores realistas hoy día hablan de cosas actuales como la inmigración o los desahucios, pero yo no, prefiero esa herencia del expresionismo, con un juego de espejos deformantes como Valle-Inclán", ha resaltado.

Díez se califica a sí mismo como "un autor prolífico" y reconoce que las sanciones por compatibilizar derechos de autor con la pensión de jubilación no es algo que le preocupe. "Me parece miserable, no me ha tocado de momento, pero creo humildemente que no es lo mismo los beneficios por una propiedad, por ejemplo, que por los derechos de autor, que en 70 años desaparecen. Esto se va a solucionar", ha señalado.

LAS MUJERES EN LA RAE

Asimismo, como académico ha defendido la labor de la Real Academia Española (RAE), una institución en la que "hay lugar para debates, controversias o diatribas" sobre la lengua española, pero que finalmente "se solventan con educación y sentido del humor". "Lo que está claro es que la RAE es un sitio de trabajo y allí se va a trabajar", ha apuntado.

Preguntado sobre la diferencia entre el número de hombres y mujeres académicos, ha afirmado que es algo relacionado con "los deméritos de la propia sociedad", si bien ya está cambiando. "La RAE no es un satélite y en una sociedad machista como fue la española, con despego y menosprecio a las mujeres, ha impregnado a la academia. Ahora hay una sensibilidad totalmente distinta", ha concluido.

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