Las ventas de `e-readers´ se disparan hasta duplicarse en apenas un año

Ni la crisis económica ni el lanzamiento de nuevas tabletas -como el iPad mini- lastran la venta de e-readers. España registra, por segundo año consecutivo, su particular boom de ventas de dispositivos de tinta electrónica para la lectura de e-books.

En nuestro país, se vendieron 357.000 unidades, entre enero y septiembre de 2012, según los últimos datos de la multinacional de investigación de mercados GfK.

Esta cifra contempla los e-readers despachados en todo el canal de retail español; es decir el 80% de la distribución. Son cifras que serán bastante más optimistas, dado que no incorporan las ventas de Amazon, cuyas unidades facturadas por su Kindle engordarían aún más la estadística global.

"A falta de los datos del cuarto trimestre del año, que coincide justo con la campaña de Navidad, estimamos que las ventas totales de e-readers serán de 787.000 dispositivos en 2012. Es un crecimiento de más del 100% en doce meses, respecto a 2011", confirma Jesús Domínguez, Business Manager IT, de GfK.

Estas previsiones se basan en que aún faltaría el último pico de ventas. Las fiestas navideñas suelen representar un volumen de entre el 30 y el 40% del total del ejercicio, según indican desde la consultora.

"El mercado siempre crece más que nuestras estimaciones. Los e-readers no se ven afectados por el éxito de las tabletas. Este último dispositivo no se come a los de lectura de tinta electrónica. Son complementarios", añade Domínguez.

Son muy buenas noticias para las editoriales que apuestan por el libro electrónico. Porque los consultores de GfK descartan que los e-readers sean un mero "objeto de regalo" que se arrincone en una estantería tras desenvolver el paquete. Al contrario, están acelerando el hábito de lectura de e-books.

Además, los precios medios de los e-readers se abarataron desde los 134 euros de promedio en 2011 hasta los 114 euros actuales, según GfK, factor adicional que propicia este peculiar boom español en este tipo de dispositivos.

Y todavía queda la Navidad para pulverizar los pronósticos. No en vano, el pasado mes de diciembre de 2011, una gran cadena de librerías confesaba una ruptura de stock en las fundas protectoras de e-readers. La realidad superó la previsión.