Peridis honra en su primera novela histórica a las mujeres medievales

Patricia Pernas.

Santiago de Compostela, 14 nov.- El arquitecto y dibujante Peridis, José María Pérez González, ha afirmado hoy que su primera novela histórica retrata una "experiencia vital" con la que pretende rendir homenaje a los canteros y a las mujeres, dos actores que han dejado "un gran legado" y que son los olvidados de la Edad Media.

"Las mujeres lo tenían que hacer todo, eran el sustento de la sociedad. En el medievo tuvieron más papel del que nos ha contado la historia", ha profundizado Peridis (Cabezón de Liébana, Cantabria, 1941) en una entrevista con Efe, en un alto de la promoción en Galicia de su obra "Esperando al rey", poblada por nobles, canteros, obispos, reyes e infantes de esa época.

La obra, editada por Espasa y avalada por el Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio 2014, cuenta, según su autor, la vida de los protagonistas que lo acompañan desde hace años, pero desde otro "tempo", abriendo el mundo a una nueva esfera donde, desde la retaguardia, se observan las intimidades.

"A mí me ha interesado más la retaguardia, porque he sido más arquitecto que militar. He sido más arquitecto que guerrero", detalla entre risas.

La novela arranca en la infancia de los hermanos Fernando y Sancho, hijos del emperador Alfonso VII, en los que quedará dividido el reino de Castilla y León.

El libro explica los motivos de ese reparto y el devenir final del mismo a través de enclaves esenciales en la vida del autor, como el Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo (Palencia), junto al que transcurrió su infancia y también su madurez, ya que lo restauró hace poco.

Ahí es donde germina la historia de la condesa Doña Teresa, la hija del Conde de Traba en el Castillo de Monterroso (Lugo), una mujer que será el primer amor y refugio de Fernando.

Un personaje, continúa, "que ocupa no mucho sitio en las páginas de la historia", pero que tiene un "larguísimo recorrido vital" y que se caracteriza por ser "culta, inquieta, preocupada por la familia, por la paz del reino y gran diplomática".

Junto a este paraje aparecen pueblos y ciudades de Palencia, León, Cuenca o Soria y también Santiago, donde el Maestro Mateo construye el Pórtico de la Gloria, y que el propio artista ameniza, en las 450 páginas del libro, con dibujos propios que constituyen un regalo para el lector.

La obra, "novela primero e histórica después" -puntualiza-, es un relato donde los protagonistas desarrollan sus grandezas y sus miserias, de una manera "amena y divertida".

"He quitado todo el perifollo, mucha erudición. No tengo que demostrar que sé o dejo de saber de historia, porque ya lo he contado en las series de televisión", indica Peridis, evocador de un "momento extraordinario" de la Edad Media "que no está tan lejos" del mundo actual.

"Igual que se parece un niño a un adulto. Yo veo las fotos de la Edad Media y digo, 'Somos nosotros; somos nosotros cuando éramos niños como sociedad'".

Así, el polifacético escritor cuenta que las preocupaciones de la sociedad son las mismas, donde reina un gran culto a las reliquias y a los santos, y un deseo y afán por los milagros.

En esta coyuntura, subraya, los juglares eran los encargados de amenizar a la gente y los peregrinos, los responsables de contar lo que pasaba fuera y de traer todas las noticias, aunque fuera con retraso.

"Los peregrinos eran la Agencia Efe del medievo", detalla jocoso Peridis, un hombre que se define como una persona que nada en medio de cuatro identidades: juglar, peregrino, milagrero e ilustrador de beatos.

Este caricaturista, el cual en sus tiras cómicas revela el trasfondo de la noticia como un juego leal que ilustra lo que se esconde detrás, no se aleja con este trazo escrito de su humor habitual, y él mismo aprecia que hay personajes y situaciones "más tocados" que continúan con esa línea.